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Turquía y los estados del Golfo: una relación complicada

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El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, tiene previsto visitar Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita y Qatar. Las cuatro naciones pasaron de ser antagonistas a, recientemente, aliados. ¿Cómo llegaron a esto?El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, se prepara para un viaje por tres países del Golfo: este lunes, 17 de julio visitará Arabia Saudita, el martes Qatar y cerrará la gira el miércoles en Emiratos Árabes Unidos. El líder turco esp era firmar acuerdos multimillonarios en los que se incluye la privatización de activos estatales, inversiones directas, acuerdos en defensa y contratos comerciales.

Altos funcionarios turcos señalaron que esperan confirmar inversiones directas por unos 10.000 millones de dólares para después del viaje, y hasta 30.000 millones durante un período de tiempo más extenso. Los aspectos financieros de la visita son especialmente relevantes para Ankara, cuya economía se encuentra en apuros gracias a años de lo que los especialistas consideran políticas poco convencionales impulsadas por Erdogan.

Actualmente, la inflación alcanza máximos históricos en el país, la lira turca se ha devaluado a mínimos nunca vistos y el déficit presupuestario se está volviendo inmanejable. Así que ahora, tras la estrecha reelección de Erdogan en mayo, tener una mejor relación con los ricos estados del Golfo se considera esencial para apuntalar la economía y mejorar la posición del mandatario.

Los países del Golfo ya ayudaron a resolver la crisis de divisas con acuerdos directos de intercambio y mediante el depósito directo de dinero en las cuentas estatales turcas. Pero esta historia no siempre ha sido así. La relación de Ankara con los países del Golfo es larga y turbulenta.

«Matrimonio por conveniencia» con Qatar

De los tres, Turquía tiene mejor relación con Qatar, que ha sido su aliado por más de una década. En 2014, Turquía se puso del lado qatarí durante una crisis que distanció fuertemente a Doha de Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos. El conflicto empeoró cuando Qatar fue bloqueada por aire, tierra y mar entre 2017 y comienzos de 2021. Turquía envió alimentos, agua y medicinas, y siguió al lado de Qatar llegando incluso a estacionar tropas turcas en ese país.

Qatar respondió al respaldo turco apoyando a Ankara a nivel internacional, por ejemplo poniéndose de su lado en la Liga Árabe. Se trata de un «matrimonio por conveniencia» más que afinidad ideológica, explicaron investigadores del Instituto Clingendael en 2021.

La fuerza militar turca «entrega a Qatar la protección que necesita para mantener una política exterior autónoma que resista la presión de Arabia Saudita y de Emiratos Árabes Unidos», señalaron. Para Turquía, en cambio, la alianza con Qatar es la forma que tiene Ankara de promover su condición de «poder blando con aspiraciones de liderazgo en el mundo sunita».

La amistad financiera de Emiratos Árabes Unidos

Emiratos Árabes Unidos ha tomado un enfoque más intermedio. Las relaciones diplomáticas con Turquía también vivieron momentos de tensión cuando Ankara se puso del lado de Qatar. Pero desde fines de 2021, cuando Qatar volvió a ser bienvenido en el redil de los estados del Golfo, Turquía también pudo fomentar una relación más amistosa con sus viejos antagonistas.

Así, tres días después de la victoria de Erdogan en mayo, Turquía y Emiratos Árabes Unidos firmaron un acuerdo comercial por un valor potencial de 40 mil millones de dólares en los próximos cinco años. La cooperación en defensa y las ventas de armas también se vieron beneficiados. A fines de 2022, Emiratos Árabes Unidos dijo estar pensando comprar hasta 120 drones turcos Bayraktar TB2, por un valor individual de 5 millones de dólares.

La cambiante relación con Riad

Las relaciones con Arabia Saudita son un poco más complejas. «Turquía y Arabia Saudita han sido, históricamente, rivales regionales», escribió en mayo Sinem Cengiz, investigador de la Universidad de Qatar. Tras la primavera árabe de 2011, que derrocó varias dictaduras de Medio Oriente pero también causó inestabilidad en algunos países, Turquía y Qatar parecieron ponerse del lado de los manifestantes antigubernamentales en lugares como Siria.

Otros países del Golfo veían con preocupación que Turquía pudiera tener intenciones agresivas y buscara intervenir en los asuntos internos de otros países para ampliar su influencia. En 2018, el espantoso crimen del periodista Jamal Khashoggi, que tuvo lugar en el consulado de Arabia Saudita en Estambul, llevó a una ruptura casi total de las relaciones. Sin embargo, la enemistad poco a poco se ha disipado, y el hecho de que Arabia Saudita y Turquía tengan una relación comercial subdesarrollada representa una oportunidad para ambos países.

(dzc/cp)

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