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La conservadora Nueva Democracia habría logrado entre el 40% y el 44% de los votos, cuando el 38% sería suficiente gracias a la prima de 50 escaños para el vencedor.El primer ministro de Grecia durante los últimos cuatro años, el conservador Kyriakos Mitsotakis, habría alcanzado la mayoría absoluta en las elecciones celebradas este domingo (25.06.2023), según las primeras encuestas a pie de urna. La conservadora Nueva Democracia habría logrado entre el 40% y el 44% de los votos, según una encuesta difundida por la televisión pública ERT tras cerrar los colegios electorales.
El porcentaje mínimo para la mayoría absoluta es del 38 %, después de que en estos comicios se introdujera una prima de hasta 50 escaños -en un parlamento de 300 diputados- para el ganador. El partido de Mitsotakis, en el poder desde 2019, se situó por delante del partido de izquierda Syriza, de Alexis Tsipras, que habría obtenido entre el 16,1% y el 19,1% de los sufragios, un resultado peor al obtenido en las anteriores elecciones del 21 de mayo. Los socialdemócratas de Pasok-Kinal quedaron en tercer lugar, con alrededor del 10% de los votos, seguidos por el Partido Comunista de Grecia (entre el 7,2% y el 9,2%).
La holgura del triunfo de Mitsotakis en las elecciones del 21 de mayo, que sorprendió a los analistas, no le permitió sin embargo alcanzar la mayoría absoluta ni formar gobierno, por lo que se volvieron a convocar. A pesar de que la economía del país aún no ha alcanzado los niveles previos a la crisis de la deuda de 2010, los griegos reconocen la labor del gobierno, con subidas de pensiones y salarios, la llegada de inversiones y que el país tenga un crecimiento superior a la media de la Unión Europea.
Kyriakos Mitsotakis, hijo de un antiguo primer ministro y tío del actual alcalde de Atenas, no ha dejado durante la campaña de presumir de su balance económico, marcado por un crecimiento del 8,3% en 2021 y del 5,9% en 2022, con un desempleo a la baja. Pero Tsipras, antaño la esperanza de la izquierda radical en Europa, advirtió durante la campaña que no se debe dar a su rival un «cheque en blanco» que le permita impulsar una «agenda oculta» de políticas antisociales.
lgc (efe/afp)
