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DW analizó millones de tuits y noticias para saber qué llama más la atención de los usuarios en Twitter: ¿lanzar comida a una obra de Van Gogh o un discurso ante la ONU de Greta Thunberg? Los resultados son inesperados.Los activistas de Extinction Rebellion (Rebelión contra la extinción) se preparan en estos momentos para “The Big One”, una protesta climática masiva frente al Parlamento de Londres, en Inglaterra, que espera reunir a más de 100.000 personas. En tanto, otros grupos como Letzte Generation (Última Generación) o Just Stop Oil (Detengan el petróleo) siguen creyendo en el camino disruptivo, como arrojar sopa de tomate sobre reconocidas obras de arte o interrumpir el tráfico.
La activista Anna Holland, de Just Stop Oil, está convencida de que este tipo de acciones llaman la atención. El año pasado, junto a su compañera Phoebe Plummer, arrojó salsa de tomate sobre el cuadro “Los Girasoles” de Vincent Van Gogh, que se encuentra colgado en la Galería Nacional de Londres: “Cuando Phoebe y yo arrojamos la sopa, hubo mucha más gente que habló de la crisis climática, que cuando tres millones de personas fueron desplazadas por las inundaciones en Pakistán. Y eso es una prueba sólida de que la acción disruptiva es increíblemente eficaz”, dijo Holland a DW.
Para averiguar si estas acciones son más efectivas que las manifestaciones, DW analizó 4,6 millones de tuits publicados por 30 organizaciones de noticias en inglés, entre el 20 de agosto de 2018 y el 20 de febrero de 2023.
La importancia del momento elegido
DW identificó 2.483 tuits de noticias que mencionaban protestas sobre el cambio climático y el medio ambiente, y comparó sus niveles de participación -me gusta, respuestas, citas y retuits- con otros tuits publicados por la misma organización de noticias en la misma semana. El volumen de tuits sobre protestas climáticas aumentó durante foros oficiales, cumbres y acontecimientos mundiales como las conferencias de la ONU sobre el clima o el Foro Económico Mundial.
Por ejemplo, la semana de la Cumbre del Clima de la ONU de septiembre de 2019 registró el mayor volumen de tuits de noticias sobre activismo climático. Fueron 167 en total, muchos de ellos haciendo referencia al discurso de Greta Thunberg de “¡Cómo se atreven!”, en el que reprochó a los líderes mundiales.
“El momento elegido parece ser mucho más importante de lo que pensábamos. Cuando los ciclos mediáticos giran en torno a tu tema, es mucho más fácil captar la atención para tu mensaje”, afirmó James Ozden, del Social Change Lab, una organización con sede en Londres que estudia los movimientos sociales para hallar formas de acelerar el cambio social positivo.
Las protestas disruptivas no son las más ruidosas
Las protestas contra el cambio climático se dividen en dos categorías: disruptivas y no disruptivas. Las primeras, que incluyen acciones como arruinar obras de arte o bloquear el tráfico, representaron el 33 por ciento del número total de tuits sobre protestas climáticas. Las acciones no disruptivas, es decir la participación de activistas en actos oficiales, discursos públicos y concentraciones legales, representaron el 67 por ciento del total.
En conclusión, los tuits sobre protestas no disruptivas contra el cambio climático tienen el doble de probabilidades de figurar entre los tuits con mejores resultados en Twitter: “Las protestas no disruptivas funcionan cuando el ciclo mediático ya está centrado en el cambio climático. Las protestas disruptivas, como la de la sopa, funcionan cuando el ciclo mediático gira en torno a otra cosa, y se lo atribuyen al cambio climático”, añadió Ozden.
Los movimientos moderados, favorecidos por los disruptivos
Aunque las protestas disruptivas no ganan muchos adeptos, los grupos moderados pueden influir en el activismo climático en general: “La teoría dice que si hay un movimiento de protesta más extremo, eso puede tener un efecto positivo o negativo en grupos más moderados dentro del mismo movimiento”, explicó Brent Simpson, psicólogo social de la Universidad de Carolina del Sur (EE. UU.).
Su última investigación, publicada por Oxford University Press, indica que cuando un grupo de activistas utiliza tácticas extremas, hace que los que adoptan un enfoque más moderado parezcan más atractivos. Como resultado, aumenta el apoyo público al grupo moderado.
Social Change Lab llevó a cabo una investigación similar en el Reino Unido y descubrió que, tras la protesta de cuatro días de Just Stop Oil en las autopistas de Londres, aumentó el apoyo y la identificación con el grupo ecologista moderado Friends of the Earth (Amigos de la Tierra).
(ju/rml)