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La catedral de París debería volver a brillar en diciembre de 2024 «más hermosa que nunca».El presidente francés, Emmanuel Macron, prometió en la noche del incendio que asoló Notre Dameen abril de 2019 que la reconstrucción se haría en cinco años. Probablemente lo hizo únicamente para tranquilizar al país, profundamente conmocionado, pero parece que se está cumpliendo el calendario previsto.
El jefe de la obra designado por Macron, el exgeneral Jean-Louis Georgelin, ve en cualquier caso un gran progreso en la construcción: «Gracias a una planificación estricta, estamos seguros y decididos a reabrir la Catedral de París tanto a los servicios religiosos como al público nuevamente en diciembre de 2024», dijo en una entrevista con el grupo de periódicos ‘Ouest-France’.
¿Cortocircuito o cigarrillo?
Han pasado cuatro años desde la catástrofe. Los bomberos de París intentaron durante horas contener el fuego, que destruyó prácticamente todo el techo de madera. La fachada principal, los muros de la nave central, los contrafuertes y gran parte de la bóveda, así como las naves laterales y el deambulatorio, que rodea el altar mayor, resistieron. Sigue abierta la cuestión de si el origen del fuego estuvo en un cortocircuito o en un cigarrillo mal apagado de un obrero.
El alcance de la destrucción no fue tan grande como se temía en un principio. «Gracias a Dios, no se derrumbaron todas las bóvedas», resumió entonces la experta en catedrales alemana Barbara Schock-Werner en una entrevista con DW. Solo tres sucumbieron. Se abrió un hueco en el coro. La Madonna gótica, sin embargo, quedó intacta, aunque la torre del crucero se derrumbó junto a ella. «Este es el milagro de Notre Dame», dijo Schock-Werner.
Restauración de ventanales en Colonia
Las imágenes de la catedral en llamas dieron la vuelta al mundo. Desataron la consternación, pero también una ola de solidaridad. Sólo los donantes franceses sumaron 850 millones de euros. Pero el dinero y el saber hacer llegaron también de Alemania. La antigua jefa de obras de la Catedral de Colonia, Barbara Schock-Werner, se hizo cargo de la coordinación de la ayuda alemana.
Hace apenas unos días, el taller de la catedral de Colonia restauraba todavía cuatro vitrales que habían resultado muy dañados. Las ventanas del triforio con formas abstractas son obra del francés Jacques Le Chevallier (1896-1987), realizadas en la década de 1960. Los ventanales restaurados ya han iniciado su viaje de vuelta a París y serán reinstaladas en los próximos días y entregadas oficialmente a finales de julio.
Sensacional hallazgo tras el incendio
Tan dramático fue el incendio como sensacional el descubrimiento de los investigadores franceses tras él: las piedras del edificio se mantienen unidas por abrazaderas de hierro. Los análisis determinaron que se remontan a la primera fase de su construcción en el siglo XII. Esto convierte a Notre Dame, cuya construcción empezó en 1163 y fue el edificio más alto de su época, en la iglesia más antigua con esta técnica y resuelve el misterio de por qué la nave central, de más de 32 metros, pudo alcanzar tal altura. Y no fue el único descubrimiento.
Cualquiera que haya visitado Notre Dame antes del incendio en 2019 apenas la reconocerá tras la restauración. «Entrará mucha más luz a través de las ventanas limpias», predice Lisa Bergugnat, curadora de una exposición sobre la catedral en el Museo de Arquitectura de París. Las paredes también han sido limpiadas de siglos de hollín y suciedad. «El incendio ha resultado, en última instancia, una oportunidad para restaurar completamente la catedral», dijo Bergugnat a la agencia de noticias France Presse.
Hasta ahora no había sido posible porque la iglesia, con alrededor de doce millones de visitantes al año, nunca podía estar cerrada el tiempo suficiente. Por cierto, el Estado francés, propietario de todos los edificios de la iglesia construidos antes de 1905, no podría haber financiado por sí solo una restauración tan costosa.
Reconstrucción a la antigua
Para la reconstrucción del armazón medieval del tejado se tuvieron que talar dos mil robles y se utilizaron hachas especiales. Pero las obras maestras son las estatuas de los doce apóstoles y los cuatro evangelistas, que el arquitecto Eugène Viollet-le-Duc agrupó alrededor de la torre de la cumbrera que diseñó en el siglo XIX. Sobrevivieron ilesas porque, ironías del destino, acababan de ser retiradas para ser restauradas.
La reconstrucción de Notre Dame, no exenta de polémicas, también ha provocado un debate arquitectónico. La manzana de la discordia fue la aguja quemada que marca el cruce del crucero y la nave central, pero los defensores de una versión moderna, por ejemplo en acero y vidrio e iluminada desde el interior, no lograron imponerse. Su argumento de que la aguja destruida databa del siglo XIX no fue suficiente.
Los amantes de Notre Dame pueden realizar un viaje interactivo a través de los 850 años de historia de la catedral en el Instituto Francés de Berlín. Lleva desde la construcción en el siglo XII hasta la restauración tras el devastador incendio de 2019. Un paseo a través de los siglos hasta la cuna de «Nuestra Señora de París».
(lgc/ers)