Copyright 2020-2021 Veneportal.com
La llegada del lateral portugués Joao Cancelo al Bayern Múnich sorprendió a propios y extraños. En sus orígenes, marca una tendencia y demuestra que Pep Guardiola sigue teniendo muy presente al club bávaro.En el verano de 2020, la Bundesliga se cimbró con una noticia que parecía espectacular. El multicampeón Bayern Múnich daba a conocer que a partir del 15 de julio de ese año, Leroy Sané regresaba al fútbol alemán como parte de la plantilla bávara. Terminaba para el jugador alemán un periplo de 90 partidos en la Premier League, en los cuales anotó 25 goles para el Manchester City. Talentoso como pocos, Sané prometía llegar en su mejor momento al Bayern y ser el nuevo motor ofensivo del club.
Pero también la pregunta era lógica: si Leroy Sané era un dechado de virtudes futbolísticas, ¿por qué Pep Guardiola lo dejaba ir de manera aparentemente dócil? ¿Acaso había perdido la cordura el técnico catalán del Manchester City? O al revés, ¿qué llevaba a Sané a salir del club inglés, tan protagonista del fútbol mundial como el propio Bayern Múnich?
La respuesta no tardó en ponerse de manifiesto. Sané, virtuoso con el balón, es un jugador temperamental y hasta voluble, capaz de darlo y lograrlo todo en un partido y desaparecer en el siguiente, tener un desplante con el técnico, o jugar con una mueca permanente de hastío. Así que, además de la jugosa cuota por el fichaje, Guardiola salió ganando al librarse por una puerta honorable de un jugador cuyo perfil simple y sencillamente no cuadra con la visión guardiolista. La intermitencia de Sané es hasta la fecha motivo de preocupación, no solo en el Bayern, sino también en la selección alemana pese a que el atacante es el cuarto futbolista mejor pagado en toda la Bundesliga, con un salario estimado en 20 millones de euros anuales.
Cancelo, el segundo golazo de Guardiola
La historia viene a colación por el reciente traspaso, en la misma ruta Manchester-Múnich, del lateral portugués Joao Cancelo. Los términos del acuerdo llaman la atención. El director deportivo del Bayern, Hasan Salihamidzic, afirmó a medios alemanes que no hubo dinero involucrado en la llegada de Cancelo a Múnich. Aunque Cancelo llegó cedido al Bayern, la gratuidad del traspaso es algo inusual, tratándose de un jugador bien tasado en el mercado y de un club como el Bayern, con capacidad para aportar por lo menos una cuota módica por la cesión con opción de compra.
El misterio, si es que lo hubo, fue descifrado por el propio Guardiola unos días después de que Cancelo tomara el avión que lo llevó a Baviera. «Joao es un jugador que necesita jugar para sentirse feliz. Quiere jugar cada partido, y en Múnich aparentemente puede hacerlo”, dijo el entrenador. Además, «luego de Qatar decidimos cambiar la estructura de nuestro juego y darle más minutos a otros jugadores. Y lo que veo en la cancha, me gusta.”
Más claro, ni el agua. Por segunda vez, y como en el caso de Sané, Guardiola se deshacía de un jugador al cual no está dispuesto a hacerle más concesiones. Un auténtico golazo, al eliminar un problema en el vestidor, de manera que pareciera (y en cierto modo, lo es) un premio al afectado. Y por segunda vez, la ruta de desagüe condujo al Bayern, que en Alemania vendió el fichaje como una sensación producto de la sagacidad negociadora de Salihamidzic.
Más allá de la Champions League
Cancelo ha tratado de desmentir cualquier rumor de pleito con Guardiola y evitar que se propague una imagen de jugador conflictivo. «Es mentira” que haya tenido un pleito con Guardiola como afirmaron medios españoles, dijo. Pero hoy por hoy, las probabilidades reales para que el Bayern se quede definitivamente con los servicios del portugués son pocas. El lateral tiene un valor de mercado de 70 millones de euros, cifra que el club bávaro difícilmente alcanzaría a pagar. En principio, los bávaros tienen elementos suficientes en esa posición, como Alphonso Davies, Daley Blind, Josip Stanisic, Lucas Hernández (que llegó como lateral al Bayern), Noussair Mazraoui o Benjamin Pavard, si es que éste decide quedarse.
Cancelo, eso sí, dará impulsos importantes al Bayern en la etapa decisiva de la Champions League, pues ofrece estabilidad ante la lesión de Mazraoui, los presuntos deseos de Pavard de cambiar de aires, la inexperiencia de Stanisic, o la veteranía de Blind (más anclado a la defensa y relativamente lento ante atacantes de gran nivel internacional).
Lo que vendrá después, nadie lo sabe. El Bayern mismo es un club donde las rotaciones son necesarias, y tampoco ahí hay garantías de titularidad absoluta. Y si Julian Nagelsmann no maneja bien ese aspecto, el desenlace con Leroy Sané podría repetirse con Joao Cancelo: heredará de Guardiola un conflicto y no una solución clara. De eso, principalmente, se trataba este fichaje sorpresa.