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El historiador Mark Galeotti habla con DW sobre los falsos supuestos y expectativas que precedieron la invasión rusa de Ucrania, el estado de ambos ejércitos y lo que podría ocurrir en 2023.Mark Galeotti es historiador británico y profesor honorario del University College de Londres.
DW: Vladimir Putin ha llevado a Rusia a cuatro guerras: Chechenia, Georgia, Siria y, por último, Ucrania. ¿Por qué Occidente se ha sorprendido tanto con la invasión rusa?
Mark Galeotti: Por las dimensiones. Desde finales de 1999 hasta ahora, solo ha habido tres años bajo el gobierno de Putin en los que Rusia no se haya visto envuelta en una u otra guerra. Y, sin embargo, siempre fueron conflictos limitados. En todas las ocasiones, Putin había elegido objetivos que creía que podría ganar fácilmente. Y el malentendido fundamental [en Occidente] fue no reconocer que Putin estaba convencido de que derrotaría a Ucrania más fácilmente, lo que luego resultó ser un catastrófico error de cálculo.
A usted, como a muchos otros expertos, les sorprendió la invasión. ¿Cree que tuvo algo que ver con el aislamiento de Putin durante la pandemia de COVID-19? ¿Su burbuja de información se ha vuelto demasiado peligrosa o demasiado pequeña?
Hasta la reunión televisada del Consejo de Seguridad la semana anterior a la invasión, yo cifraba la probabilidad en solo un 30% o 40%, precisamente porque la invasión no parecía tener sentido. Hasta ese momento, Putin era en muchos sentidos el claro vencedor. Había acumulado una enorme fuerza en las fronteras ucranianas, y esta presencia estaba infligiendo graves daños a la economía ucraniana sin cruzar las fronteras. Entonces, muchos líderes de Occidente lo visitaron en Moscú para pedirle no invadir a Ucrania
Hoy sabemos cuán grande fue el malentendido. Y hasta qué punto Putin estaba convencido de que Ucrania no era un país real, que los ucranianos no ofrecerían ninguna o poca resistencia y que el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, era supuestamente un drogadicto que huiría o sería capturado.
Todos estos falsos supuestos llevaron a Rusia a esta guerra. Y desvelan un mundo propio creado por él mismo, en el que no permite que le digan la verdad. Sus oficiales de inteligencia y su entorno solo le decían lo que quiere oír.
¿Cree que los servicios de inteligencia informaron mal a Putin?
Un antiguo oficial ruso de inteligencia me dijo una vez: «Nosotros aprendimos que al zar no se le dan noticias inoportunas». En otras palabras, es políticamente peligroso decirle a Putin cosas que no quiere oír. Un círculo cerrado protege al presidente de las verdades incómodas.
¿Ha fracasado Rusia en la consecución de sus objetivos bélicos?
¡Claro que sí! Francamente, la única pregunta ahora es cómo será la derrota. Putin aún espera poder agotar la resistencia de Ucrania y Occidente dando a entender que esta guerra continuará durante mucho tiempo. Y que, si es necesario, puede seguir enviando soldados rusos al conflicto.
Putin está desafiando a Occidente, diciéndole: siga enviando miles de millones de dólares, euros y libras a Ucrania para mantener esta guerra. Podemos continuarla todo el tiempo que quiera. Esa es su última esperanza de conseguir algo que pueda vender políticamente como una victoria.
La cuestión es que los rusos no han logrado tomar Kiev. No han conseguido extender realmente su control sobre las regiones de Donetsk y Lugansk. Tienen el corredor de Crimea, pero ahora está amenazado. Y, por supuesto, ya han tenido que retirarse de Jersón.
Mientras Ucrania construye cada vez más un moderno ejército, el ruso se debilita. Rusia es un país grande, tiene un enorme complejo militar industrial y puede continuar esta guerra durante mucho tiempo. Pero no podrá hacer retroceder por mucho tiempo a los ucranianos con sus feroces ofensivas.
¿Cuáles son sus previsiones para 2023? ¿Podrá acabar esta guerra el año que viene? Y si es así, ¿cómo?
Podría ser. Dependerá de que los ucranianos sean capaces de lograr avances significativos en el campo de batalla. Por el momento no existe una base real para las negociaciones. Ucrania quiere negociar desde una posición de fuerza.
Putin espera desesperadamente alargar la guerra. Espera contar en primavera con unos 150.000 reservistas adicionales entrenados en Rusia y Bielorrusia, y con ellos reforzar su frente en Ucrania.
Mark Galeotti es historiador británico y profesor honorario del University College de Londres. Su último libro se titula «Las guerras de Putin: de Chechenia a Ucrania».
(jov/er)