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Tanques Puma no aptos para el combate: otro problema para el Ejército alemán

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El Gobierno alemán prometió reforzar su ejército con nuevo armamento y, por lo visto, son muchos los problemas que resover. Ahora se detectó que los tanques Puma de última generación no son aptos para el combate.El Ejército alemán se enfrentó el lunes (19.12.2022) a otro desastre, al informarse que, luego de un entrenamiento que involucraba una de sus armas clave, el tanque Puma, ninguno de ellos quedó en condiciones operativas.

La oposición conservadora se apresuró a interpretar la noticia como una supuesta evidencia de la mala gestión de la Bundeswehr por parte del canciller, Olaf Scholz, y en particular de la ministra de Defensa, Christine Lambrecht. “Es una pesadilla”, dijo el jefe del grupo parlamentario de la Unión Cristiano Demócrata (CDU), Johann Wadephul, a la emisora ARD. “Se supone que el Puma es el principal sistema de armamento del Ejército alemán. Y si el Puma no es operativo, entonces la Bundeswehr tampoco lo es”.

“Las críticas desde el Parlamento son totalmente justificadas”, señaló, por su parte, la ministra de Defensa, Christine Lambrecht. “Nuestras tropas tienen que poder confiar en que los sistemas de armamento son robustos y estables en el combate”. Y añadió que ya ha encargado un análisis, que se espera para el final de esta semana, a las empresas Krauss-Maffei Wegmann y Rheinmetall a fin de saber qué fue lo que falló. Los antiguos tanques Marder serán usados por ahora solo en maniobras de la OTAN, como se había planeado, dijo la ministra.

Los Puma son tanques altamente complejos, que cuestan 17 millones de euros (unos 18 millones de dólares) cada uno, y que tardaron más de una década en desarrollarse para reemplazar a los Marder, que Alemania venía usando desde 1970. Pero los Puma estaban plagados de fallas técnicas, y aunque se los terminó de fabricar en 2015, no todos pudieron utlizarse.

Se acaban las balas

La nueva debacle se suma a varias noticias alarmantes que aparecieron recientemente en medios alemanes sobre el estado del Ejército alemán, que sugieren que solo cuenta con munición para dos días de combate intenso, un dato que, aparentemente, se filtró desde fuentes anónimas de círculos de defensa. Dicha información no puede ser confirmada, ya que se trata de un secreto de Estado. Pero, si así fuera, las reservas de munición de Alemania estarían muy por debajo de los estándares que espera la OTAN, que requiere que cada miembro de la alianza debe contar con munición suficiente para 30 días. Solo para compensar ese déficit, los expertos en defensa dicen que Alemania necesita invertir otros 20 a 30 mil millones de euros.

El estado del equipo de la Bundeswehr ha sido durante mucho tiempo un tópico importante. En los últimos años se reportó varias veces acerca de tanques y helicópteros que necesitan reparación, rifles que no funcionan si hace demasiado calor, y soldados que tienen que entrenar en el frío sin vestimenta térmica.

Luego de la invasión rusa a Ucrania, el canciller Scholz anunció un “cambio de época”, que fue aclamado como un cambio radical en el enfoque del país hacia la política exterior y la estrategia militar. Para demostrar que lo decía en serio, Scholz anunció un aumento en el presupuesto anual de defensa, creando un fondo especial único de 100.000 millones de euros para modernizar la Bundeswehr, el mayor presupuesto militar de toda Europa.

¿De quién es la culpa?

Nueve meses más tarde, a 300 días del inicio de la guerra en Ucrania, muchos se preguntan a dónde fue a parar ese dinero.

El asunto de las municiones provocó una desagradable disputa entre el gobierno y la industria de armamento de Alemania sobre quién debería haber tomado la iniciativa: ¿depende de la industria aumentar la capacidad primero, o el gobierno debería haber hecho los pedidos más rápido?

Según analistas, a Alemania le falta el sentido de la urgencia al reaccionar a las implicancias geopolíticas del ataque de Rusia a Ucrania. “Otros países se hubieran movido mucho más rápido, especialmente en el este de Europa, creando grupos de trabajo relevantes conformados por la industria armamentística y el gobierno”, dijo a DW Rafael Loss, experto en Defensa del European Council on Foreign Relations (ECFR).

A pesar de que el canciller Scholz es ampliamente consciente de este reto, instituciones como el Ministerio de Defensa no parecen estar a la altura del desafío, plantea Loss. Por esa razón, piensa que “es gracioso ver a los socialdemócratas y a los conservadores culpándose unos a otros por el triste estado del Ejército alemán, pero yo pienso que ambas partes comparten más o menos la misma culpa”.

La comisionada de Defensa en el Parlamento, Eva Högl, dijo recientemente al diario alemán Die Zeit que la falta de ropa térmica para los soldados se debía a una mezcla de indiferencia y apatía por parte de los responsables en el Ejército, sumadas a una lentitud pospandémica, y tenía que solucionarse rápidamente.

Ahora, algunos obstáculos burocráticos han sido superados. Se han cambiado las normativas, de modo que los pedidos menores de equipamiento se realicen sin tener que pasar por procedimientos oficiales, hasta un monto de 5.000 euros.

El gobierno ha dicho ahora que se espera que el equipo básico se entregue a finales de año. Con un poco de suerte, los soldados alemanes recibirán sus vestimenta térmica a tiempo para la Navidad.

(cp/ers)

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