El largo camino de Ecuador hacia la exención de visado Schengen

Cuando el pleno de la Eurocámara apruebe la exención de visados para Ecuador se atisbará el fin de veinte años de espera para tener libertad de movimientos en los países del espacio Schengen.Cuando en la próxima sesión plenaria de Estrasburgo se apruebe la exención de visados Schengen para Ecuador, comenzará el proceso de “acabar con una cuenta pendiente”, dijo a DW Juan Fernando López Aguilar, presidente de la comisión de Libertades y Derechos Civiles del Parlamento Europeo.

“Ecuador es crucial para España, y mi país se propone imprimir el acento latinoamericano en la política exterior de la Unión Europea, que se ha desdibujado en los últimos años”, puntualiza López Aguilar, exministro español de Justicia en cuyo mandato se aprobó, en 2004, la última regularización masiva de personas en situación irregular en España. Muchos de ellos, ecuatorianos.

“Entretanto, buena parte de ellos han optado por la nacionalidad española. Se trataba y se trata de favorecer la confianza mutua desde el respeto mutuo. No es una gracia que la UE concede a un país tercero”, agrega López Aguilar. “Cuando la emisión de visados era competencia española, los latinoamericanos no lo requerían”, recuerda.

Puerta cerrada a países andinos

Era el fin de la década de los 1990 y la gran emigración desde los países andinos hacia Europa llevó a incluirlos en la lista de los que requerían de un visado para entrar en el espacio Schengen (libre circulación, desde 1995 entre 23 países de la UE más Noruega, Suiza y Liechtenstein). Por otro lado, el probable “efecto llamada” de las regularizaciones masivas atizaba el miedo que provoca la inmigración.

Por otro lado, cabe recordar que, según datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), España e Italia son, respectivamente, el quinto y sexto destino preferido por la emigración desde América Latina. Las comunidades de colombianos y ecuatorianos siguen en población en España a la del vecino Marruecos. En el último padrón electoral del Ecuador en España, constaban 230.000 personas.

“Nosotros entramos hace 26 años”, cuenta a DW Washington Lascano, presidente de varias asociaciones de latinoamericanos en Bélgica. “Decíamos que éramos ´turistas con residencia´. La imposición del visado para nosotros, familiarmente, fue una catástrofe, pues no nos ha sido posible, en muchos casos, cumplir con la carga de requisitos para obtener ese visado y que nuestra familia pueda venir”, cuenta Lascano, entretanto empresario en organización de eventos.

“Hay que demostrar por lo menos 20.000 dólares en la cuenta”, puntualiza. Aparte de eso, hay que dar garantías de poder costear una estadía de máximo 90 días, así como disponer de un ciudadano europeo que avale, costos del visado y seguro médico. No obstante, cuenta Lascano, a partir de su llegada, en este momento hay cincuenta miembros de su familia viviendo en suelo europeo.

¿Por qué Ecuador no?

Según la experiencia de Colombia y Perú -que firmaron un acuerdo de libre comercio con la UE en 2012 y en 2014 obtenían la exención de visados-, Ecuador debería contar desde el 2017 con esta ventaja. No fue así. Según fuentes europeas, los desafíos que planteó al espacio Schengen la fuerte crisis migratoria y las reformas que requería obligaron a Bruselas a congelar la revisión de la lista de países con exención de visado.

“Ahora se abre una ventana de oportunidad: con la necesidad de exonerar de visado a países como Qatar y Kuwait, por la crisis energética, el Parlamento Europeo ha logrado incluir en ese paquete a Omán y Ecuador”, cuenta López Aguilar.

“Ecuador es una democracia plena, está en disposición de cumplir con los requisitos técnicos, como los documentos biométricos de identificación. Y no planea ningún problema de seguridad”, afirma el jurista español, que avizora que el proceso a través de las instituciones europeas acabe cuando España esté a cargo de la presidencia rotativa de la UE, en la segunda mitad de 2023. “Es un objetivo español, pero debe serlo de la UE”, afirma López Aguilar.

Como fuere, “para mi esposa esto es muy bueno, pues podremos traer a mi suegra”, dice Lascano. “Y para toda la comunidad ecuatoriana -la más numerosa después de la gran colombiana- la pronta exención de visado es una gran y esperada noticia”, concluye. (ms)