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La elección de los delegados de las asambleas municipales arraca un ciclo electoral que culminará el año que viene con la renovación de todos los cargos, incluidos los del Parlamento y la Presidencia.Unos ocho millones de cubanos están llamados este domingo (27.11.2022) a las urnas para elegir a los delegados de las Asambleas Municipales del Poder Popular, el nivel administrativo más próximo al ciudadano en Cuba, los delegados de barrio. Arranca así el ciclo electoral que acabará, ya el año que viene, con la renovación del Parlamento y la elección del presidente de la República.
A las siete de la mañana abren los 23.480 colegios electorales. Según la presidenta del Consejo Electoral Nacional, Alina Balseiro Gutiérrez, 26.746 cubanos son candidatos para cubrir durante cinco años 12.427 puestos de delegado (uno por circunscripción). De ellos el 70 % pertenecen al PCC o a sus juventudes, según el CEN, mientras que el 44 % son mujeres y sólo el 7 % son jóvenes. Un total de 22.205 jóvenes votarán por primera vez, después de que recientemente se celebrara un referéndum sobre el nuevo Código de las Familias.
Estos comicios locales están mostrando un perfil político muy bajo, por la prohibición de hacer de campaña, la represión de las protestas, (como se ha vuelto a ver esta semana) y el desinterés de una parte importante de la sociedad (especialmente entre los jóvenes), centrada en resolver su día a día en medio de una grave crisis económica, energética y migratoria. El experto en derecho electoral Leandro Querido, autor del libro ‘Así se vota en Cuba’, considera que se trata de «elecciones no competitivas» en un «contexto muy restrictivo y opresivo» en el que la voluntad del elector es «insignificante».
Las autoridades han presentado estos comicios, sin embargo, como una «muestra genuina de la democracia participativa» de Cuba, según un reciente artículo del diario oficial Granma; mientras activistas y opositores abogan por la abstención y los consideran una herramienta de legitimación controlada por el Partido Comunista de Cuba (PCC, único legal). «La abstención es la forma en que se puede verificar más claramente la rebeldía ante el sistema», argumentó esta semana en un encuentro virtual sobre estas elecciones la activista cubana Carolina Barrero.
La plataforma disidente D Frente manifestó, por su parte, que intentó posicionar a siete personas como candidatos, pero solo lo logró en un caso: tres no consiguieron apoyos en las asambleas de nominación previas a las elecciones y a las otras tres no se les permitió presentarse. «Transformar el barrio», dijo en Twitter durante las asambleas de nominación el presidente, Miguel Díaz-Canel, «es tarea de grandes».
lgc (efe/acn)