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El país anfitrión del Mundial 2022 de la FIFA se presenta como un Estado moderno y abierto donde la prensa puede informar “libremente y sin interferencias”. Nuestra verificación de datos muestra que no es así.De pronto entra en la imagen un carrito de golf y una mano se extiende ante la cámara. La escena se va a negro. Un par de hombres vestidos con túnicas árabes se apuran a impedir, aparentemente, que un equipo de la emisora danesa TV2 filme en la vía pública. Pero el periodista Rasmus Tantholdt está al aire y se defiende. “Ustedes invitaron a todo el mundo a venir acá. ¿Por qué no podemos grabar? Es un lugar público”, dice Tantholdt a los qataríes y les muestra su acreditación. “Podemos filmar donde queramos. ¿Me está amenazando con destruir la cámara?”, pregunta. El reportero danés publicó el episodio en su cuenta de Twitter.
Las autoridades de Qatar se disculparon rápidamente, dijo luego Tanholdt. El incidente ocurrió pocos días antes del inicio este domingo 20 de noviembre del Mundial de fútbol y generó dudas sobre si realmente los medios podrán informar libremente desde el país anfitrión.
Afirmación: Qatar ha asegurado en reiteradas ocasiones que habrá libertad de información. Cuando surgieron críticas por la práctica restrictiva de los permisos de filmación en el emirato, el comité responsable de organizar el campeonato respondió con un tuit que decía: “Miles de periodistas pueden trabajar libremente sin interferencias todos los años en Qatar”.
DW Verifica: Falso.
Según nuestras investigaciones, no es posible realizar reportajes en Qatar sin interferencia del Estado. Los periodistas deben tener en cuenta las limitaciones a la libertad de prensa que hay en el país. Por ejemplo, hay restricciones a lo que les está permitido mostrar. “Los periodistas no tienen permitido filmar o fotografiar edificios residenciales, tiendas y áreas comerciales, especialmente en zonas donde los periodistas han reportado violaciones a los derechos humanos contra los trabajadores migrantes”, sostiene la organización no gubernamental Reporteros sin Fronteras. Qatar ocupa el puesto 119 de 180 países en su Índice de Libertad de Prensa.
“La libertad de prensa no está garantizada en Qatar”, dice Jonathan Dagher, jefe de la oficina de Medio Oriente de Reporteros sin Fronteras. “Qatar ocupa una mejor posición que sus vecinos en nuestro ranking, pero esto no significa que la situación pueda describirse como ‘buena'”.
Arrestado e interrogado por 14 horas
Florian Bauer, reportero de la cadena alemana ARD, ha viajado varias veces a Qatar para informar sobre las condiciones inhumanas de vida y trabajo a las que son sometidos los trabajadores extranjeros. En 2015, un rodaje en un campamento de trabajadores terminó abruptamente. “El servicio secreto qatarí nos arrestó. Nos interrogaron por 14 horas y nos llevaron ante el fiscal. Solo se nos permitió salir del país después de cinco días”, cuenta Bauer.
Desde entonces, las cosas han mejorado en Qatar, dice. Pero incluso en su viaje más reciente a finales de septiembre, fue seguido por el servicio secreto cuando se acercó a las viviendas de los trabajadores extranjeros. Para él, el principal problema sigue siendo el acceso a los obreros inmigrantes.
De acuerdo con su experiencia, se requiere de un permiso de filmación otorgado por las autoridades para grabar y conversar con los trabajadores. “Los periodistas ya casi no pueden acceder a ese permiso, y si lo consiguen, todo lo organiza el comité del mundial o el gobierno. Esto significa que cuando visitas estos lugares, lo haces acompañado de un cuidador que a veces interrumpe las entrevistas que estás haciendo”.
Ley de noticias falsas y muchas dudas
Entonces, ¿se impedirá también a los periodistas informar sobre asuntos críticos durante la Copa del Mundo? Eso es exactamente lo que teme Pamela Morinière, portavoz de la Federación Internacional de Periodistas (IFJ). La entidad estima que los profesionales de la prensa no solo deberían informar sobre los partidos de fútbol. “Los periodistas quieren cubrir también lo que pasa con los trabajadores migrantes”, dice Morinière, que se muestra “muy preocupada” por las detenciones de periodistas.
Hay otro asunto que preocupa a IFL. “Hay una ley en Qatar que castiga con multas y hasta 5 años de prisión la difusión de ‘fake news’ o rumores”, dice Morinière. Esta legislación, promulgada en 2020, ha sido criticada por entidades como Human Rights Watch por no definir quién determina qué es un rumor o una noticia falsa. “El código penal qatarí también castiga las críticas al emir o la difamación de la religión”, recuerda HRW.
Incluso si tales leyes se suspenden durante la realización del torneo, ¿qué pasará después? Eso se pregunta Tantholdt. En declaraciones a la cadena Sky, cuestionó si lo ocurrido con él es normal. “¿Cómo será la situación cuando empaquemos y volvamos a nuestros países? Eso probablemente preocupa a mucha gente”, expresó.
(mn/rr)