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Por su parte, las Fuerzas Armadas ya han aceptado el resultado de las elecciones en las que perdió Jair Bolsonaro.Miles de bolsonaristas se concentraron este martes (15.11.2022), día de la República, ante los cuarteles de varias ciudades brasileñas para pedir una intervención militar con el propósito de impedir la investidura del presidente electo, Luiz Inácio Lula da Silva.
Las concentraciones más numerosas se produjeron ante el cuartel general del Ejército, en Brasilia, y ante el Comando Militar del Sureste, en Sao Paulo, donde los grupos de manifestantes pidieron insistentemente que las Fuerzas Armadas «salven Brasil».
Las personas iban vestidas en su gran mayoría con la camiseta de la selección brasileña, portaban banderas y muchas de ellas llevaban letreros en portugués o inglés en los que se asegura que a Brasil «le robaron» en las elecciones del pasado 30 de octubre.
Las protestas de este martes se produjeron a pesar de que las Fuerzas Armadas han manifestado su apoyo expreso a la democracia y han reconocido su plena «conformidad» con el resultado de las elecciones, en las que Lula derrotó al presidente ultraderechista, Jair Bolsonaro, por un estrecho margen de 1,8 puntos porcentuales.
Los militares hicieron una auditoría al sistema de votación y no hallaron indicios de fraude en las elecciones, pero tampoco han descartado la posibilidad de que se pueda haber cometido.
El propio Bolsonaro ha permitido el inicio del proceso de transición, aunque no ha llegado a reconocer públicamente su derrota en las urnas.
Desde el día posterior a las elecciones, los grupos de ultraderecha iniciaron las protestas, que en las primeras jornadas llevaron a cientos de camioneros a bloquear decenas de carreteras en todo el país. Estos bloqueos se levantaron pasados cuatro días de los comicios, después de que Bolsonaro pidió a sus seguidores que se abstuvieran de bloquear las carreteras, aunque entonces el capitán retirado del Ejército justificó las manifestaciones y las calificó de «legítimas».
Desde entonces, pequeños grupos permanecen acampados frente a algunos cuarteles, pero solo han vuelto a las calles en números importantes en jornadas festivas.
En un comunicado divulgado en la víspera, el Ejército reiteró que está al servicio de la «libertad, independencia y desarrollo» de Brasil y que tiene «la noble misión de defensa de la patria y de la garantía de los poderes constitucionales y de la ley y el orden».
El mensaje de los militares concluye diciendo que el Ejército «supo interpretar los anhelos del pueblo al que sirve», una frase ambigua que en grupos bolsonaristas, donde proliferan las noticias falsas, se ha interpretado como una invitación a manifestarse.
ama (efe, afp, ap)
