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La Comisión de la Verdad de Colombia no ganó el Premio Sájarov a la libertad de conciencia, pero integrará la Red Sájarov. ¿Qué aportarán los 27.000 testimonios recogidos por el equipo presidido por Francisco De Roux?”Que la Comisión de la Verdad haya quedado finalista al Premio Sájarov se debe a que el Parlamento Europeo ha querido ser coherente con el apoyo permanente que ha estado dando a Colombia en todo el proceso de paz”, dice a DW Izaskun Bilbao, eurodiputada por España.
“Bajo el liderazgo del padre De Roux, los once componentes de la Comisión de la Verdad -un instrumento del Acuerdo de Paz- han recorrido el país y se han enfrentado a la realidad de todo tipo de víctimas. Las recomendaciones de su informe deben ser trabajadas para ir construyendo esa paz de verdad”, agrega Izaskun Bilbao, quien también, como vicepresidenta de la delegación para la Relaciones con Países de la Comunidad Andina, sigue muy de cerca el proceso colombiano.
“Reconstruir la verdad ha sido un trabajo muy difícil en medio de la polarización y la violencia de un conflicto que persiste a pesar del Acuerdo de Paz”, señala de DW Hendrine Rottier, de la plataforma europea OIDHACO (Oficina Internacional por los Derechos Humanos en Colombia).
“Para entrevistar a víctimas y victimarios, han tenido que aguantar agresiones físicas, señalamientos, difamaciones”, puntualiza. La plataforma, conformada por más de 30 organizaciones, apoyó la candidatura de la Comisión de la Verdad también avizorando el apoyo y la atención internacional que va a requerir implementar las recomendaciones.
¿Un gran informe para la estantería?
A diferencia de otros finalistas y premiados latinoamericanos con el Premio Sájarov, la Comisión de la Verdad aporta una prueba tangible de su trabajo: un vasto informe que recoge los ecos de las de 9,2 millones de víctimas de medio siglo de conflicto, también los de más de 1 millón que tuvieron que salir del país.
Cabe recordar que la labor de esta Comisión se nutre de otras experiencias anteriores -Guatemala, Chile, Argentina, Perú- que, antes de la de Colombia, buscaron la verdad, procurando la justicia y la no repetición. ¿Se ha logrado? ¿Cómo hacer para que el trabajo de esta Comisión de la Verdad no se quede en las estanterías de la historia?
“Podemos hablar de América Latina como de Sudáfrica: cada país tiene su proceso y no se pueden comparar”, responde Izaskun Bilbao. “Pero es muy importante ver el informe como una herramienta para reparar socialmente a las víctimas, para que no se vuelva a repetir la historia. Y, si el proceso de paz ha sido ejemplar, aún quedan metas y objetivos por construir”, agrega la eurodiputada.
“El momento es histórico y el apoyo europeo es fundamental para que el informe de la Comisión de la Verdad y sus recomendaciones no se queden en la estantería”, afirma Rottier.
“Que haya un Gobierno dispuesto a implementar de forma integral las recomendaciones de la Comisión de la Verdad es algo que no se ha dado en otros procesos en América Latina”, puntualiza.
Aporte a una red internacional
A través del Premio Sájarov y la red vinculada a él, las instituciones de la UE refuerzan los esfuerzos de disidentes, activistas, escritores, líderes de minorías, medioambientalistas y representantes de víctimas. El punto que los une es su convicción en la libertad de conciencia, en sus países y a nivel internacional.
En esta medida, ¿qué aporta la Comisión de la Verdad de Colombia a la Red Sájarov? “La Comisión de la Verdad ha tenido que hacer su trabajo en un contexto sumamente polarizado, bajo un Gobierno no favorable. Su mensaje de reconciliación, a pesar del contexto amenazante, cabe dentro de una comunidad que aboga por sociedades donde sea posible defender ideas”, resalta Rottier.
“La Unión Europea ha apoyado desde el comienzo el proceso de paz en Colombia. No solo las instituciones europeas, también los estados miembros, en diversos ámbitos y con diversos programas, porque el proceso colombiano puede ser un ejemplo para el mundo”, afirma Izaskun Bilbao. “En el tablero del mundo interconectado, la paz o el sufrimiento en un lugar nos afecta a todos. La verdad es un elemento importante para construir, en Colombia, la democracia y la paz y, a la vez, nuestra paz”, concluye. (ms)