Copyright 2020-2021 Veneportal.com
En lugar de convertirse en un símbolo de la diversidad en la creatividad, la exposición de arte contemporáneo Documenta 15 se vio ensombrecida por acusaciones de antisemitismo.En 2019, la dirección de la exposición Documenta, que se lleva a cabo cada cinco años en la ciudad alemana de Kassel, y una de las más importantes del mundo, nombró equipo curador para la edición de 2022 al colectivo artístico indonesio Ruangrupa.
Por primera vez, esta muestra, que se celebra desde 1955, iba a estar dirigida por artistas del llamado sur global, artistas poco conocidos que pretendían mostrar nuevas perspectivas, que tuviesen un impacto positivo sobre el mundo.
Ruangrupa nació en la capital indonesia de Yakarta hace dos décadas, poco después del fin de la dictadura de Suharto, y se autodefine como un colectivo político y activista, que busca unir a artistas que se apoyen mutuamente.
¿Por qué el mural «People’s Justice» es tan problemático en Alemania?
Sin embargo, poco después de la inauguración de la documenta 15, se produjo un escándalo. En el centro de la ciudad de Kassel colgaba un cuadro de nueve por doce metros del colectivo de arte indonesio Taring Padi, titulado «People’s Justice» (Justicia del Pueblo).
Una obra que muestra una especie de tribunal del mundo, y también muchos estereotipos antisemitas, como soldados con caras de cerdo y estrellas de David en la solapa, así como la figura de una persona avara con rizos laterales, como los de los judíos ortodoxos, y una runa de las SS nazis en su sombrero. En Alemania, este tipo de presentaciones no solo son inaceptables, sino que el uso de todo tipo de símbolos con referencia directa al régimen nazi incluso puede ser sancionado con hasta tres años de cárcel.
Mientras Taring Padi trató de explicar que la obra representaba la brutal dictadura militar del presidente Suharto, así como a aquellos que lo habrían apoyado, como el servicio de inteligencia israelí, la embajada de Israel en Berlín se mostró indignada sobre «los elementos antisemitas» y señaló que algunas partes del cuadro «recuerdan la propaganda de Goebbels y sus cómplices en los tiempos oscuros de la Historia alemana».
Más acusaciones de antisemitismo
Pese a las fuertes críticas, la directora general de la Documenta, Sabine Schormann, primero solo ordenó que se cubriera la obra gigante, argumentando que quería defender la libertad artística. No obstante, dos días después, el cuadro fue desmontado, y Ruangrupa reconoció haber fallado en reconocer aquellos elementos de la obra que obedecen a los clásicos estereotipos antisemitas. Sabine Schormann también se disculpó.
Pero las críticas no cesaron. El asesor elegido para identificar otras posibles obras antisemitas, Meron Mendel, renunció argumentando una falta de interés genuino en dicho esclarecimiento por parte de la dirección de la Documenta. Asimismo, la artista alemana Hito Steyerl retiró de la exposición una instalación de video. Finalmente, el 16 de julio, Schormann presentó su dimisión.
Sin embargo, los organizadores de la mega exhibición de arte contemporáneo, una de las más relevantes -sino la más relevante- del mundo, se enfrentaron a nuevas acusaciones de antisemitismo relacionadas con otras obras.
Tras concluir la Documenta 15, sus organizadores hacen un balance positivo de la edición de este año, y aseguran que ni el debate en torno al antisemitismo ni las consecuencias de la pandemia del coronavirus tuvieron un impacto negativo en la exposición. Sin embargo, muchas personas no recordarán la Documenta de 2022 por sus artistas y sus obras, sino por las acusaciones de antisemitismo, que ensombrecieron y dañaron a la exposición.
(vt/cp)