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Plataformas como Instagram, Telegram y Youtube tienen un papel clave en cuanto a documentar la invasión rusa y movilizar apoyo internacional para Ucrania. Pero también son utilizadas para difundir noticias falsas.Justo antes de que su hija Liza fuera asesinada, el 14 de julio, Iryna Dmytrieva posteó en Instagram un video de la niña, de 4 años, en Vinitsia. Poco después, un misil ruso impactó en esa ciudad de Ucrania, dando muerte a Liza ya por los menos otras 23 personas, e hiriendo a más de 200, incluyendo a la madre de la niña. El video de Liza se viralizó. En algún momento, la prensa internacional retomó la historia e informó también sobre el funeral de la niña.
«La historia de Liza rompe el corazón,» dice Yuliya Tychkivska, directora ejecutiva del Instituto Aspen, de Kiev. «Muestra la brutal realidad de la invasión rusa. Pero, sin las redes sociales, nunca se habría conocido en el mundo», agrega.
La muerte de la pequeña y la forma en que la noticia recorrió el mundo ilustra el papel que desempeñan las redes sociales en la guerra de Ucrania, catalogada como «la guerra más viral de la historia”.
Millones de reporteros de guerra
Las redes sociales ya habían tenido impacto en otras guerras, pero los avances de la tecnología permiten ahora, efectivamente, que cualquiera que posea un teléfono inteligente se convierta en reportero. Y el alto número de usuarios de redes sociales da un carácter único al caso de Ucrania.
Más del 76 por ciento de los ucranianos utiliza las redes sociales para mantenerse informados del curso de la guerra, según una encuesta realizada en mayo por la ONG Opora. Eso convierte a plataformas como Telegram, YouTube y y Facebook en las fuentes de noticias más populares del país.
La gente las usa, además, para dar a conocer el costo humano de la guerra. Y también para organizar la resistencia, recolectar donaciones y movilizar apoyo internacional para su causa.
Historias personales
Mariia Bilenka, de 25 años, es especialista en marketing en redes sociales y tenía muchos seguidores en TikTok, ya antes de la invasión. Cuando esta se produjo, huyó a Alemania. Estando allí, notó una tendencia: los ucranianos posteaban imágenes de una Ucrania pacífica, de antes de la guerra, poniéndoles música de Tom Odell.
Revisó lo que tenía en su móvil, e hizo un video de 15 segundos con imágenes tales como una puesta de sol sobre los tejados de Kiev, que subió a la red. Fue visto 4 millones de veces. Posteriormente, Bilenka posteó informaciones sobre ONG ucranianas que recolectan donaciones. «No quiero que la gente olvide que cada día hay personas combatiendo y siendo asesinada”, dice a DW la joven, que tiene cerca de 62.000 seguidores.
«Las historias personales juegan un papel muy importante”, dice la investigadora Tychkivska. Contenidos como esos son cruciales para despertar y mantener la atención internacional.
También las autoridades ucranianas están conscientes del poder de las redes sociales y las usan para difundir su mensaje. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, publica regularmente videos en Instagram, donde tiene casi 17 millones de seguidores, así como en otras plataformas.
Mareas de desinformación
Pero las redes sociales son una espada de doble filo. ”Como cualquier cosa, se pueden usar como arma”, dice Yevhen Fedchenko, director de una escuela de periodismo en Kiev, y cofundador de StopFake, dedicado a monitorear la propaganda rusa.
Rusia ha desplegado una amplia campaña en las redes sociales para justificar la invasión. Pero eso no es nuevo. Según Fedchenko, en especial desde la anexión de Crimea, en 2014, se ha puesto a rodar una marea de desinformación en internet. Por eso, en los pasados años Ucrania invirtió en expandir las conexiones de internet de alta velocidad y en enseñar el uso de medios: alumnos y profesores reciben capacitación, lo cual los ayuda a reconocer la información falsa. Y, a su juicio, eso da a Ucrania una ventaja en la actual guerra de la información.
(ers/cp)