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“La vacunación contra el COVID-19 no es la causa” de esta enfermedad, dijo Jay Butler, subdirector para enfermedades infecciosas en los CDC.Las autoridades sanitarias estadounidenses anunciaron este viernes (06.05.2022) que investigan 109 casos de un tipo de hepatitis grave en niñas y niños, cinco de los cuales murieron.
Estos casos de inflamación hepática grave también preocupan a Europa que ha detectado numerosos incidentes, mientras los científicos del mundo entero se activan para buscar su origen. En Estados Unidos se han identificado en 25 estados y territorios del país en infantes con un promedio de edad de apenas 2 años, dijo un alto cargo de los Centros para la Prevención y el Control de Enfermedades (CDC) en rueda de prensa.
Debido a su corta edad, la mayoría de niñas y niños afectados no eran aptos para ser vacunados contra el COVID-19. “La vacunación contra el COVID-19 no es la causa” de esta enfermedad, recalcó Jay Butler, subdirector para enfermedades infecciosas en los CDC, insistiendo en que quiere poner fin a los rumores que circulan en Internet. Sin embargo, no se descarta como posible causa la infección por COVID-19.
La autoridad sanitaria privilegia no obstante la pista de un tipo de adenovirus, un virus bastante frecuente, pero del que hasta ahora no se sabía que causara hepatitis en niños sanos. Se ha confirmado que más de la mitad de pacientes infantiles en Estados Unidos han dado positivo por el llamado adenovirus tipo 41, hasta ahora más conocido por provocar gastroenteritis. Este adenovirus también fue detectado en numerosos niños afectados fuera de Estados Unidos.
Los 109 casos pediátricos detectados en Estados Unidos han ocurrido durante los últimos siete meses, afirmó Butler. Y el 14% de pacientes afectados tuvo que someterse a un trasplante de hígado. Aunque el 90% de niñas y niños tuvieron que ser hospitalizados, la mayoría se curó.
Una de las hipótesis es que la reacción ante este adenovirus puede verse perturbada por otro factor, como la infección al COVID-19 o factores medioambientales, como el contacto con animales o una toxina. “Los investigadores de aquí y de todo el mundo trabajan duramente para determinar la causa”, afirmó Butler.
En tanto, se aconseja a las familias vigilar eventuales síntomas en sus niñas o niños (vómitos, orina oscura, heces claras, ictericia) y contactar al personal médico en caso de sospecha. “Sabemos que esta noticia puede ser preocupante, especialmente para los padres de niños pequeños. Es importante recordar que estos casos de hepatitis grave son inusuales”, explicó el vocero de los CDC.
Butler también precisó que el número de visitas pediátricas a urgencias por hepatitis no era de momento anormalmente elevado en Estados Unidos, a diferencia de lo que ocurre en el Reino Unido. Unos 163 casos fueron censados en Reino Unido, anunciaron el viernes las autoridades sanitarias británicas. En total, fuera de EE. UU., más de 200 casos han sido registrados, según otro funcionario del CDC.
ama (afp, reuters)