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Esta semana se espera un quinto paquete de sanciones contra Rusia por la guerra que inició en Ucrania. Pero, en tanto el suministro energético no se modifique, apenas queda margen para nuevas sanciones.Las imágenes de civiles asesinados en la ciudad de Bucha, al noreste de Kiev, ponen una vez más a Occidente bajo presión. Los presuntos crímenes de guerra de Rusia en Ucrania no deben quedar impunes, pero los países occidentales tampoco pueden apoyar militarmente a Ucrania, ya que, de ese modo, tomarían parte en la guerra.
Lo que le queda por hacer es reforzar las sanciones económico-financieras ya existentes. “En los próximos días decidiremos sanciones adicionales en el círculo de los aliados”, dijo el canciller alemán, Olaf Scholz, el domingo (3.04.2022) en Berlín. “El presidente Putin y quienes lo respaldan sentirán las consecuencias”.
Ya ahora, las cuentas bancarias en el extranjero de Putin, y de muchos de su círculo cercano, están congeladas. Se han dictado prohibiciones de exportación para productos de alta tecnología, algunos bancos rusos han sido excluidos de las transacciones de pago, y se ha cerrado el espacio aéreo y los puertos europeos a los barcos y aviones rusos. ¿Qué otras sanciones pueden implementarse además de esas? Y ¿cuán sensato sería imponerlas?
Es “extremadamente difícil” imponer más sanciones a Rusia
“En este momento queda relativamente poco por hacer”, dice a DW David Sirakov, director de la Academia Atlántica del estado federado alemán de Renania-Palatinado. Será “extremadamente difícil hacer entrar en vigor sanciones adicionales que afecten todavía más duramente a los sancionados en aspectos relevantes”, explica Sirakov.
En cuanto al gas, en la Unión Europea se considera que el Gobierno alemán está frenando las sanciones. Los tres países bálticos -Estonia, Letonia y Lituania- detuvieron por completo las importaciones de gas ruso el 1 de abril. Por el momento cubren sus necesidades a través de reservas almacenadas en Letonia, y en mayo, el Báltico será conectado a la red europea por medio de un nuevo gasoducto. En Alemania, el procedimiento es, por el contrario, asegurar primero el abastecimiento alternativo a largo plazo, y luego renunciar al suministro de gas ruso.
La industria química de Alemania ya advirtió sobre la imposición de sanciones contra el gas ruso: “Cada kilovatio/hora, cada tonelada de gas natural que falta en la producción química reduce respectivamente la producción en otras empresas”, dice Jörg Rothermel, director del departamento de Energía, Protección Climática y Materias Primas de la Asociación de la Industria Química (VCI, por sus siglas en alemán). Sin suficiente gas podría haber escasez de pegamentos, lacas y pinturas. Los abonos que se usan en la agricultura para producir alimentos, así como plásticos especiales, también podrían faltar.
¿Se debe sancionar al banco Gazprom?
Instituciones bancarias como el banco Gazprom son clave en los procesos de abastecimiento energético. Gran Bretaña sancionó a dicho banco en marzo, pero aún no aparece en las listas de sanciones de la UE. Jörg Krämer, jefe economista del Commerzbank, desaconseja esa medida: “En definitiva, Occidente estaría disparándose en el pie si sancionara a los bancos rusos, ya que así los importadores occidentales no podrían pagar más sus facturas de gas por transferencia bancaria”.
La mayoría de los grandes bancos rusos fueron excluidos del sistema internacional de pagos SWIFT, que ejecuta transacciones en todo el mundo. Sin embargo, el banco Gazprom fue exceptuado a sabiendas de ese castigo.
El banco Gazprom es considerado, asimismo, un importante factor en la directiva del Kremlin, que rige desde abril, según la cual las entregas de gas deben ser abonadas en rublos. Si bien los compradores de gas en Alemania y en otros países europeos siguen pagando en euros o en dólares, los pagos son transferidos por el banco Gazprom en rublos a la matriz de Gazprom, que es operadora de gran parte del negocio ruso del gas.
Algunos observadores argumentan que, de ese modo, Gazprom asume, en parte, el rol del Banco Central ruso, sancionado por Occidente. Otros piensan que eso no ha cambiado mucho las cosas. Antes, las divisas estaban en manos de Gazprom; ahora, estas son entregadas al banco Gazprom, explica Krämer. “Eso no es una gran diferencia en un sistema en el que las divisas pueden ser centralizadas por decreto”, dice el experto.
¿Más sanciones en el área tecnológica?
Junto con el mercado financiero, también el sector tecnológico está en la mira para nuevas sanciones, anunció el ministro alemán de Economía, Rober Habeck, el domingo. “Ciertamente existe otra posibilidad de agregar categorías de productos de ese sector”, señala el politólogo Sirakov. Sin embargo, muchas zonas de Rusia ya están paralizadas porque las empresas no pueden comprar productos en el extranjero como consecuencia de las sanciones financieras, afirma.
Ya actualmente hay informes sobre fábricas rusas de tanques de guerra que no reciben materiales debido a las medidas punitivas contra ese país. Según Sirakov, es solo cuestión de tiempo hasta que, “también con las sanciones ya existentes, se vean afectadas incluso otras empresas rusas y otros procesos de producción en la industria rusa de armamento”.
Por otra parte, las sanciones contra individuos juegan un papel secundario. Es decir, las prohibiciones de viaje y los bloqueos de cuentas bancarias de personas del círculo estrecho en torno a Putin. En ese sentido, todavía se podrían imponer más medidas punitivas, sostiene Sirakov. “Pero no hay demasiado por hacer ya para golpear a más alto nivel a la cúpula de poder en Moscú por sobre lo ya alcanzado”, opina.
(cp/ers)