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Los elevados precios internacionales por la guerra en Ucrania y las sanciones a Rusia hacen que el gobierno argentino aspire a una «cosecha récord». Para tratar además de contener el encarecimiento dentro del país.»Hemos decidido, con el propósito de captar los precios internacionales de esta coyuntura histórica, de precios que son históricos, abrir los registros de exportación de la cosecha 22/23 por un total de 8 millones de toneladas de trigo, que se suman a las 2 millones de toneladas ya autorizadas», dijo el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca argentino, Julián Domínguez, en rueda de prensa. La decisión se da en un contexto de subidas en los precios internacionales por la guerra en Ucrania y cuando Argentina prevé «una cosecha récord».
Con esta decisión, el Gobierno de Alberto Fernández pretende «darle previsibilidad a los productores para la próxima siembra de trigo y lograr un nuevo récord de producción», dijo Domínguez. «Aspiramos a que la cosecha 22/23 sea de un nuevo récord de producción en Argentina», insistió, aunque admitió que los agricultores tendrán también que soportar «precios de fertilizantes y fitosanitarios mucho más altos».
Domínguez ratificó la creación de un Fondo Temporal de Estabilización del Trigo, publicado este sábado en el Boletín Oficial, que será administrado por la secretaría de Comercio Interior, no dependiente de la de Agricultura. El gobierno busca «estabilizar el precio del trigo a valores pre-bélicos y desacoplar el precio argentino de los precios internacionales», dijo Domínguez al sostener que el valor del cereal aumentó 37% como consecuencia de la guerra en Ucrania.
El gobierno argentino dispuso además «la suspensión temporaria del diferencial de 2 puntos de los derechos de exportación de harina y aceite de soja. Esta suspensión hará que vuelvan (del 31%) al 33%», anunció también Domínguez. Este impuesto se había reducido durante la pandemia esos dos puntos. El lunes pasado, Argentina había decidido la suspensión temporal de exportaciones de harina y aceite de soja, en medio de la escalada de precios de comodities en el mercado internacional.
Domínguez aclaró que el gobierno «no tocará las retenciones al maíz, trigo, soja y aceite de maíz», al considerar que cada vez que se aumentaron esos impuestos «Argentina cayó en su intención de nivel de siembra». Argentina -que en 2020 fue el séptimo exportador de trigo del mundo- ya vendió casi todo el trigo a exportar en la campaña 2021/22, un total de 13,9 millones de toneladas, según datos de la Bolsa de Comercio de Rosario. El país es además el principal proveedor mundial de aceite y harina de soja.
lgc (afp/efe)