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La Unión Europea discute sobre su seguridad y nuevas política de defensa

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La guerra en Ucrania se considera una amenaza para el orden de seguridad europeo. En una cumbre en Versalles, los líderes de la Unión Europea debaten sobre una nueva estrategia de defensa más autónoma.El presidente de Francia, Emmanuel Macron, siempre lo había exigido, pero no había recibido mucho apoyo. Según él, Europa debe ser más autónoma y asumir más responsabilidades para su propia defensa. Ahora, debido a la guerra en Ucrania, el viento parece haber cambiado a su favor y junto con sus colegas de la Unión Europea (UE) reevalúan en Versalles la estrategia de seguridad europea.

La guerra cambia todos los principios

Ya en enero, cuando las tropas rusas estaban en las fronteras de Ucrania, previamente a la invasión, una mayoría de la población europea opinaba que Europa debía hallar una respuesta común a esa amenaza para la seguridad. Una encuesta realizada por el Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR) muestra que los ciudadanos esperan que, tanto la OTAN como la UE, protejan a Europa.

“Esta crisis pondrá a prueba la voluntad de los europeos para defender el orden de seguridad común”, escribieron Mark Leonard e Ivan Krastev. Los analistas hablan de opiniones diversas entre los estados miembros. Por ejemplo, los polacos están dispuestos a aceptar grandes restricciones para su seguridad; los alemanes e italianos, no.

Los jefes de Gobierno deben acordar en Versalles una estrategia común que haga justicia a la nueva situación de amenaza y que cuente con la aprobación de los estados miembros. En vista de la presión generada por la guerra en Ucrania, el documento estratégico sobre “Seguridad y Defensa en la UE” fue revisado en sus principios y ampliado de 34 a 41 páginas, endureciendo también su tono y orientación.

¿Un salto cualitativo en defensa y seguridad?

La UE podría comprometerse por primera vez con una política de seguridad activa para todos sus miembros: “El regreso de la guerra a Europa, así como los grandes cambios geopolíticos, desafía nuestra capacidad de difundir nuestra visión y defender nuestros intereses”, dice el documento conjunto que está sobre la mesa en Versalles.

“La creciente amenaza a la seguridad requiere que demos un gran salto cualitativo, que aumentemos nuestra capacidad y voluntad de negociar, fortalezcamos nuestra capacidad de recuperación, y garanticemos la solidaridad y el apoyo mutuo”, agrega.

Condena a Rusia

En la declaración conjunta de la cumbre se condena a Rusia en duros términos. Las acciones de Moscú son “no provocadas e injustificadas” y muestran “el mayor grado de fuerza militar, sin tener en cuenta consideraciones humanitarias, combinado con ciberataques, manipulación de la información e injerencia en el extranjero, chantaje con el suministro de energía y una agresiva retórica nuclear”. La UE se quitó por fin los guantes de seda con Vladimir Putin.

También se critica a Rusia por su implicación en otros puntos conflictivos internacionales, como Libia, Mali o Siria, donde Moscú explota las crisis de forma oportunista, para sus propios fines, y utiliza campañas de desinformación y grupos mercenarios, como el Grupo Wagner.

¿Qué podría cambiar en el bloque europeo?

La UE rompió uno de sus tabúes y liberó 500 millones de euros del presupuesto del Fondo Europeo de Apoyo a la Paz (FEAP) para la entrega de armas a Ucrania. La idea es usar este fondo en el futuro también para proporcionar ayuda militar en caso de crisis.

Tras el cambio de rumbo de Alemania en su propio gasto en defensa, la UE también dice que es urgente “gastar más dinero en una mejor defensa” y coordinar este gasto entre los estados miembros. Los europeos también quieren revisar sus capacidades en materia de logística, es decir, mejorar el transporte y el traslado fluido de soldados, material y otros equipos a través de las fronteras.

Habrá más discusiones

Hasta ahora, la competencia entre los países miembros había paralizado a menudo los planes conjuntos de defensa, debido a que cada país prefería tener el control de los proyectos y los beneficios económicos para sus propias empresas, en vez de trabajar por la causa común. Además, la fuerte influencia de EE. UU. en las decisiones sobre sistemas de armas y prioridades estratégicas tendría que ajustarse más a los deseos de los europeos. Esto será difícil, porque detrás hay proyectos millonarios y miles de puestos de trabajo.

Por último, y tras el éxito del fondo de reconstrucción del coronavirus, ¿podrá la UE recaudar dinero nuevamente a través de créditos para conseguir los ingresos necesarios para la reestructuración en las materias de seguridad y energía?

Casi como siempre, los Países Bajos han rechazado estas ideas, las consideran prematuras, y dicen que es necesario volver a la gestión presupuestaria austera. Esto crea nuevas disputas internas en la UE, porque sin dinero adicional será difícil hacer frente a los nuevos desafíos. (ju/cp)

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