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La fuerza de las voces del feminismo en América Latina

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Las mujeres llevan décadas consolidándose como una de las fuerzas sociales más importantes del subcontinente, exigiendo el fin de la violencia machista, la legalización del aborto y el respeto a sus derechos.¿Qué significa hoy ser feminista? ¿Qué desafíos tiene el movimiento en América Latina en la actualidad? ¿Cuáles son sus avances, retrocesos, dificultades y urgencias?

En el Día Internacional de la Mujer, DW trae el análisis de reconocidas expertas del subcontinente en la materia.

«El feminismo es el movimiento social y político más dinámico en este momento en la región”, sostiene la doctora en Ciencias Sociales y feminista argentina Verónica Gago.

«Es un movimiento vivo y sumamente potente, que ha demostrado ser el protagonista de los grandes cambios de los últimos años, y uno de los actores principales del mundo contemporáneo”, afirma, asimismo, en diálogo con este medio, Liz Meléndez, directora del Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán.

«Se trata de un feminismo joven, ya no solo académico e institucionalizado, sino uno que ha trascendido a la colectividad, a las redes sociales, y a otras organizaciones, que no son solo de mujeres”, puntualiza a DW Magdymar León Torrealba, coordinadora de AVESA, Asociación Venezolana para una Educación Sexual Alternativa, y profesora universitaria de Teoría Feminista.

De aquí en más, ¿hacia dónde?

Con todo, los desafíos pendientes no son pocos. Entre los principales de la región: «La lucha contra la violencia contra las mujeres en todas sus manifestaciones, el reconocimiento del derecho al aborto en muchos de nuestros países, y el tema de los cuidados, que con tanta claridad se ha puesto sobre el tapete con la pandemia, y sigue siendo uno de los grandes olvidados”, enumera la experta venezolana.

«Y la lucha contra la trata y el tráfico de personas con fines de explotación y comercio sexual, que capta a mujeres vulnerables de nuestra región y del sur global, para ponerlas a disposición de un mercado masculino”, agrega.

«El movimiento feminista está interviniendo de modo ineludible en coyunturas urgentes en cada país”, acota, por su parte, Gago en entrevista con DW.

«La deuda es con nosotres”, es una consigna que se levanta para conectar reclamos laborales, territoriales, económicos y contras las violencias”, ejemplifica sobre la situación argentina.

«Se ha avanzado mucho en materia normativa, lo que nos lleva al plano de una igualdad formal, y existe, por lo menos en el discurso, un mayor rechazo frente a la violencia hacia las mujeres”, destaca Meléndez desde Lima. «Sin embargo todavía tenemos grandes problemáticas que no han sido superadas”, advierte también.

El avance del fundamentalismo

«Uno de los principales desafíos en la región es enfrentar la arremetida de grupos conservadores, antiderechos y fundamentalistas, que pretenden hacernos retroceder en materia de igualdad, y promueven que se cuestione la igualdad de género y los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y de la población LGBTQI+”, apunta la feminista peruana. «Y son sectores que tienen muchos recursos”, agrega.

Y en la misma dirección, la investigadora y docente argentina, detalla: «Existe una contraofensiva reaccionaria que tiene varias tácticas, entre ellas, ridiculizar al movimiento, al que también se lo criminaliza y persigue, como vemos con el asesinato de lideresas en Colombia, Brasil y Chile. Incluso se busca culpabilizarlo del aumento de las violencias contra mujeres, lesbianas, travestis, trans y no binaries. Y, por último, se intenta hacerlo liberal: un objeto de consumo más”, critica.

«Parte de la estrategia patriarcal es colocar a las feministas como seres extraños, o seres que hablan desde la amargura, el dolor, o el enojo, cuando en realidad no es así”, indica Meléndez.

«Estamos en una región machista, en un mundo machista, globalmente patriarcal, y eso se traduce mucho en América Latina, que, además, arrastra sesgos coloniales, y esto hace que el machismo se exacerbe”, lamenta.

A pesar de todo, el movimiento feminista mira con esperanzas el futuro.

«Soy optimista: hay un feminismo joven y diverso, que continúa las luchas con sus estrategias y sus propios estilos”, destaca León Torrealba desde Caracas.

«El movimiento feminista es el que, en tiempos de catástrofes, como los que vivimos, habla en futuro activando desde el presente”, resalta, por su parte, Gago desde Buenos Aires.

Y, al respecto, elige compartir una de las consignas levantadas por la Colectiva Feminista en Construcción de Puerto Rico: «Vendrán tiempos mejores, los estamos construyendo”.

(cp)

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