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No es fácil ser seguidor del Eintracht, dicen los hinchas de las “águilas”. Un club de amplia tradición en Bundesliga que presume de escasos títulos, pero con una de las aficiones más fieles del fútbol europeo.En la película argentina «El secreto de sus ojos”, parte de la trama gira en torno a la definición de pasión. Aquello que llevamos tatuado de por vida. Lo que nunca podremos cambiar. Y es muy sencillo: «puedes cambiar de cara, de casa, de familia, de novia, de religión, de dios… pero hay una cosa que no puedes cambiar: de pasión”, dice el personaje que interpreta el actor y comediante Guillermo Francella.
De hecho, en dicha escena se hace referencia al Racing Club de Avellaneda, equipo de la liga argentina en sequía de títulos. Es esa misma sequía la que resume la realidad del Eintracht de Frankfurt, un equipo miembro fundador de la Bundesliga, aunque de pocos títulos. Pero, si hay una afición leal y entregada a su equipo en el fútbol alemán, es la de estas «águilas”.
Máxima fidelidad
Cinco terceros lugares es el resumen de sus logros en Bundesliga. Cinco veces ganador de la Copa Alemana, cuatro de ellas en las décadas de los setenta y ochenta. Sin embargo, su afición los sigue alentando por sobre todas las cosas.
De acuerdo con un ranking presentado en 2018, la Bundesliga es la competencia a nivel europeo que mayor fidelidad despierta entre sus aficionados a la hora de apoyar a su club fuera de casa. Es decir, que al emprender el viaje, los fans que más se movilizan son los de equipos alemanes. De un listado de 20 clubes, son siete los que aparecen ahí nombrados según el sitio oficial de Bundesliga en español.
Entonces, si de premiar a una afición se tratara, los hinchas del Eintracht se llevarían la medalla, el podio y las palmas: de entre todos los equipos europeos, los fans de Frankfurt movilizan una media de 5.000 aficionados, por encima del Bayern Múnich, Schalke 04 y Borussia Dortmund, que también figuran en el listado. Tuvo que venir una pandemia para encontrar una excusa que valga.
Una filosofía de lealtad
Pero la pregunta que surge es: ¿de dónde viene tanta fidelidad hacia un club que no gana o gana poco?
La entrañable relación se forjó hacia finales de los años noventa, cuenta Axel Hellmann, miembro del Comité Ejecutivo del Eintracht, cuando el club se debatía entre la primera y la segunda división, y las arcas del club se estaban quedando vacías. Ahí el salvavidas fue la afición, el valor central del club, dice Hellmann en la serie «This is Football”. Así, el fracaso deportivo y el descenso en esa década, impactó en la cultura de sus seguidores.
El presidente del club, Peter Fischer, explica que la afición del Frankfurt comprendió el significado del dicho «en las buenas y en las malas”. Con esa mentalidad es que siguen hondeando las banderas en su tribuna, no importa si la vitrina tiene solitarios trofeos.
El propio Fischer es un símbolo de la entrega que existe por el equipo. Huérfano desde los ocho años, huyó del pequeño pueblo cerca de Stuttgart donde se encontraba el orfanato en el vivió desde la muerte de su padre. Huyó de esa casa rumbo a Frankfurt. Sin educación, ni dinero, en condición de calle. La ciudad le dio una oportunidad, el club le cambió la vida. Esa filosofía de lealtad es la que reina también entre los aficionados.
Por su parte, Armin Kraaz, director de la academia juvenil y exjugador del Eintracht Frankfurt, lo ha dicho con certeza: «Es fácil ser fanático del Bayern Múnich porque ganan todo el tiempo”. El pasado 3 de octubre, el Eintracht volvió a ganar en Múnich 2:1 en el torneo regular. Pasaron 21 años para que los de Frankfurt hicieran la hazaña ante el titánico Bayern, nunca se les va a olvidar.
