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¿Boric o Kast?: el dilema electoral de un Chile polarizado

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A pocos días de la segunda vuelta de los comicios presidenciales, la incertidumbre se mantiene en un Chile que se debate entre dos modelos. Así ven la situación, desde Alemania, dos conocedores de la realidad chilena.Nadie se atreve a predecir que ocurrirá en Chile. Incierto se perfila el resultado de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del 19 de diciembre de 2021, en las que José Antonio Kast y Gabriel Boric se enfrentarán enarbolando propuestas antagónicas. Son dos modelos de país los que están en juego, aunque el Parlamento bastante equilibrado, emanado de la primera ronda electoral, no deja espacio para maximalismos. Ambos candidatos, que este lunes (13.12.21) sostuvieron su último debate ante las cámaras de TV, ya han hecho visibles esfuerzos por moderar sus posturas, buscando atraer al electorado de centro para el round definitivo.

«La pregunta es quién podrá movilizar a los indecisos y a ese alto porcentaje que no votó en la primera vuelta», plantea Klaus Bodemer, exdirector del Instituto de Estudios Latinoamericanos de Hamburgo. A su juicio, no se puede partir del supuesto de que esos indecisos sean «fervientes partidarios» de la izquierda. «Hay que ser muy cautelosos. Una gran parte de la sociedad es conservadora en Chile», apunta el politólogo. «En el fondo, solo puede ganar el que se acerque más al centro. Y eso vale para ambos candidatos», afirma.

¿Se atenúa así la polarización que marcó esta contienda electoral? «El problema es que la polarización, que se inició ya antes de la campaña electoral, sigue estando ahí», considera Michael Álvarez, portavoz de la Fundación Heinrich Böll, cercana al partido de Los Verdes, en Berlín. Aludiendo a la candidatura de Kast, apunta que «en todos aquellos países donde una derecha como esta inició una campaña de polarización fuerte, con una retórica agresiva, esa polarización se ha mantenido después». Cita los ejemplos de Brasil y de Estados Unidos y advierte: «El peligro que yo veo es que esa polarización será muy difícil de sanar, y esa es una tarea que el espectro político va a tener que realizar conjuntamente».

La perspectiva internacional

Según Álvarez, que dirigió la representación de la Fundación Heinrich Böll en Santiago durante seis años, «el candidato Kast está bien anclado en las redes de la nueva derecha internacional». Una nueva derecha que califica de «radical» y que, en diversos países, también de Europa, muestra una tendencia nacionalista en materias como cultura y migración y es contraria al multilateralismo. «Son ultranacionalistas donde se lo pueden permitir, donde no chocan con los intereses de una economía liberal de mercado», aclara.

En el otro lado de la cancha está Boric, a quien sus adversarios también sitúan en un contexto internacional, destacando la presencia del partido comunista en la plataforma de izquierda. Los paralelismos trazados en este caso son con Venezuela o Nicaragua. Bodemer considera que son «comparaciones absurdas» por completo. «Lo hemos visto en otros países, en Colombia, en Bolivia, en todas partes se saca del bolsillo ese fantasma cuando se teme no poder convencer con los propios medios», apunta.

Para Michael Álvarez, la candidatura de Boric es de izquierda moderada. «La verdad es que el partido comunista no me infunde miedo, dentro de una alianza muy amplia de personas que están apoyando a Gabriel Boric. Se trata de una izquierda democrática, reformista, que quiere cambiar las cosas, pero con respeto a la institucionalidad que existe», subraya.

El proceso constituyente

En este sentido, va en la línea de las aspiraciones plasmadas en la elección de la Convención Constitucional, donde la correlación de fuerzas está bastante más clara, con una mayoría de representantes de la izquierda e independientes. ¿Cómo afectaría a este proceso un eventual triunfo de Kast, que sigue defendiendo la antigua Constitución de 1980? «La Convención Constitucional seguirá trabajando. Pero, naturalmente, hay un elemento psicológico para los constituyentes”, apunta Bodemer. Álvarez piensa que hay que verlo como un proceso paralelo, a largo plazo. «Va a ser muy importante para Chile, cualquiera sea el gobierno que llegue, garantizar el funcionamiento ordenado y el proceso democrático de la Constituyente», subraya.

Boric, desde ya, aborda puntos clave del descontento que generó el estallido social de 2019, que derivó en dicho proceso constituyente. «Estamos hablando de puntos como un sistema de salud público pagable para todos -un modelo que tenemos en todos los países de Europa- una educación pública, no de lucro, y sin costo, para todos -que también tenemos en casi todos los países de Europa», subraya el portavoz de la Fundación Heinrich Böll. «Siempre puede haber una facción que encuentre que no se va suficientemente lejos, ese peligro existe», admite Bodemer, ante el temor que haya turbulencias que dificulten un eventual gobierno de Boric. Sin embargo, considera más probable que se produzcan nuevos brotes de protestas si gana Kast. «Es muy difícil prever qué ocurrirá», dice. «De todos modos, el viejo Chile probablemente haya quedado en el pasado».

(ms)

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