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¿Sabías que algunos remedios caseros pueden ser útiles para cuidar tus pies? Solemos cuidar el cabello, las manos y el rostro, pero los pies parece que siempre quedan relegados. Esto no debería ser así, ya que son el sostén del cuerpo y tendrían que ser los primeros en ser mimados. Además, son los que más se resienten al caminar y al usar calzado.
A la larga, descuidar esta parte del cuerpo puede ser un problema. Más allá de la estética, es aconsejable tenerlos en perfecto estado para evitar dolores más graves en el futuro. Asimismo, para lucirlos hermosos durante el verano. Sigue leyendo y descubre nuestras recomendaciones para tener unos pies saludables.
Para poder tener unos pies perfectos, sin durezas, callos ni talones agrietados, solo hay que disponer de un poco de tiempo cada semana. Los siguientes consejos pueden resultar útiles para comenzar con este hábito.
-Semanalmente, realiza un baño caliente de pies con sal gruesa, durante media hora. Lo puedes hacer mientras ves televisión o te pintas las uñas de las manos. Esto hará que se vean más relajados y descansados, sobre todo, después de una larga jornada de trabajo.
-Cada quince días, dales un baño de agua caliente unos minutos e inmediatamente uno de agua fría. Esta combinación hará que mejore la circulación de los pies; si le añades unas gotas de limón al agua, también evitarás el mal olor.
-Utiliza la piedra pómez cada vez que puedas. Esto resulta muy beneficioso para tus pies. Se trata de una roca volcánica de porosidad elevada y baja densidad que se consigue en cualquier tienda de belleza. Después de la ducha o un baño caliente, no olvides usarla y raspar delicadamente las zonas donde se forman las durezas, especialmente los talones.
-Después de la ducha, se debe secar muy bien la piel entre los dedos para que no se produzcan hongos. Si notas que tus pies transpiran mucho, lo mejor es usar talco.
