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El sector logístico ha demostrado su robustez y transversalidad durante el último año y medio, profundamente marcado por la pandemia. Prueba de ello es que este sector, que aglutina el 6% del PIB y el 4,5% de los empleados de toda España, contaba con 734.322 personas afiliadas según las últimas cifras publicadas por la Seguridad Social, apenas 8.000 personas menos que antes del comienzo de la pandemia.
Una cifra que ha ido mejorando en los últimos meses y que no solo permite observar una recuperación, sino vislumbrar un rápido crecimiento y desarrollo del sector en los próximos meses. Pero, ¿cómo es posible este crecimiento si sectores como el retail o B2B, principales soportes de la logística, han sido algunos de los más fuertemente golpeados por la crisis de la Covid-19? La clave la encontramos en el comercio electrónico, un campo que solo creció más de un 70% durante 2020 en el conjunto de la Unión Europea y que ha favorecido una expansión de sectores cercanos como el del transporte y la distribución.
De hecho, solo durante 2020, se firmaron 1,25 millones de contratos (1,14 millones de naturaleza temporal), lo que supuso el 7,8% de toda la contratación que se generó en España durante el año pasado, y convierte al sector en el que más contrataciones realizó en este periodo. Y aunque el grueso de éstas se mantienen para puestos tradicionales del sector como el de conductor -con un déficit actual de 40.000 empleados-, carretillero o mozo de almacén, otra de las razones del despunte de la logística y el transporte es la importante transformación tecnológica que ha vivido en los últimos años.
“El sector logístico dejó hace mucho tiempo de ser ese sector tradicional de almacenamiento y transporte de un punto A a un punto B. Aspectos como la digitalización, la automatización, el auge del comercio electrónico o la última milla, han generado un profundo cambio en los perfiles profesionales que son más solicitados y valorados por las compañías de logística”, afirma Noelia Lázaro, Directora de Marketing de Packlink.
Los cuatro perfiles más demandados en el sector logístico
Data Analyst:
En realidad, el analista de datos se ha convertido en un profesional prácticamente indispensable para cualquier tipo de negocio, y por eso sus posibilidades no se limitan solo a la más pura logística, sino también a los sectores del marketing y comercial, cada vez más estrechamente relacionados. El data analyst es la persona encargada de extraer, analizar y presentar la cantidad ingente de datos que manejan las empresas. Gracias a ello, puede optimizar y automatizar una enorme cantidad de procesos y ayudar a identificar rutas más eficaces y rápidas o gestionar de manera más eficiente los centros logísticos.
Gestor de tráfico:
El gestor de tráfico o de flotas debe encargarse del monitoreo de los vehículos de la compañía en todo momento. Su función es esencial para que las entregas se produzcan dentro de los tiempos establecidos, y además debe gestionar las posibles incidencias y enviar al conductor adecuado cuando un servicio así lo requiera. Además de controlar todos los datos de los conductores, debe tener un amplio conocimiento de las normativas de circulación y del estado de los vehículos, manteniendo una relación constante con los departamentos financieros y de recursos humanos de la compañía.
Experto en Business Intelligence:
Uno de los perfiles de más reciente incorporación, que junto al Data Analyst forma un tándem perfecto para la expansión de una compañía logística. Los expertos en Business Intelligence tienen conocimientos de programación que les ayudan a procesar datos y mejorar la toma de decisiones de la empresa de cara a alcanzar sus objetivos.
Supply Chain Manager:
No se trata de un puesto de nueva creación, pero que cada vez se ha vuelto más complejo y, por tanto, más valorado entre las empresas del sector, con unos salarios iniciales superiores a los 50.000 euros anuales. El gestor de la cadena de suministro es la persona encargada de gestionar y organizar todas las actividades de adquisición, producción y distribución de los bienes, teniendo que integrar las operaciones a nivel de flujos de material y flujos de información. Es, en definitiva, un perfil multidisciplinar, generalmente con amplia experiencia en el sector y hábil en la comunicación, negociación y gestión.