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El intento del expresidente Lenín Moreno de eliminar el subsidio a los combustibles condujo a una protesta social que le llevó a desistir. Ahora, su sucesor, Guillermo Lasso, volvió a anunciar aumentos de precio.El precio de la gasolina depende de múltiples factores. Algunos afectan en la misma dirección (aunque no siempre en la misma medida) a todos los países, como el volátil precio del petróleo en los mercados internacionales o la caída de la demanda por el confinamiento durante la pandemia. Otros son propios de cada país.
En Alemania, por ejemplo, unos dos tercios del precio son impuestos, entre el del valor añadido (un 20%) y el impuesto especial a los hidrocarburos (65,45 céntimos de euro por litro). En Ecuador, por el contrario, se paga únicamente el IVA, uno de los más bajos del continente además, y, de hecho, hasta ahora el precio disfrutaba de un subsidio oficial, algo así como un impuesto negativo.
Lenín Moreno intentó inicialmente suprimir ese subsidio en octubre de 2019, dando lugar a unas protestas generalizadas que acabaron provocando que desistiera, aunque siguió intentándolo posteriormente.
Su sucesor en el cargo, Guillermo Lasso, ha vuelto a anunciar aumentos del precio del combustible: «A partir de ahora, se establece el precio de la gasolina extra en 2,55 dólares el galón y, de igual manera, el precio del diésel (…) se establece en 1,90 dólares», dijo desde el puerto de Guayaquil. El anuncio de nuevas protestas no se ha hecho esperar.
Y es que el precio de la gasolina depende de muchos factores, pero también influye en muchos otros. Sobre todo, en el precio de prácticamente todo lo demás: al encarecer el transporte de la mayoría de los otros bienes, acaba encareciendo también su precio. Incluido el del transporte público, la principal alternativa que se tiene a comprar gasolina para el auto propio.
En la siguiente gráfica, comparamos cómo ha ido variando anualmente el precio de la gasolina desde 2006 en Ecuador, Alemania, Colombia y México. Los cuatro países son productores de petróleo, pero mientras la producción propia de Alemania es casi anecdótica, la de México es muy considerable. Así como la de Ecuador, si tenemos en cuenta su mucha menor población.
La comparación merece observar ciertos matices, ya que además del precio de la gasolina, para poder valorar justamente, habría que sopesar el poder adquisitivo presente en cada país, el nivel de precios, entre otros factores.
El sueldo medio en Ecuador es de apenas quinientos dólares, mientras en Alemania está por encima de los dos mil quinientos. Así que mientras con un salario medio en Alemania se puede llenar más de veinte veces el depósito de un Volkswagen Passat, con el salario medio en Ecuador al mismo vehículo se le podría llenar el depósito diez veces. Claramente: supone más esfuerzo llenarlo. Incluso, sin tener en cuenta el resto de los gastos. (rml)
