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Conversaciones de coalición en Alemania: un buen comienzo, pero solo eso

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El Partido Liberal Demócrata (FDP) abrió el camino a negociaciones para formar coalición de gobierno con socialdemócratas y verdes. Hasta ahora marcha todo bien, opina Kay-Alexander Scholz. Pero no va a ser nada fácil.El comienzo fue exitoso. Menos de un mes después de las elecciones generales en Alemania, los socialdemócratas (SPD), los liberales (FDP) y Los Verdes completaron con éxito la llamada “fase exploratoria”. Durante estas conversaciones, se sondea si existen suficienten puntos en común como para entrar en las negociaciones oficiales de coalición. Es decir, que sí los hay. La Navidad como meta para un nuevo gobierno parece factible. No solo Alemania podría ahorrarse un largo período de suspenso, sino también la Unión Europea y otros actores políticos internacionales. Todo muy bien, sino fuera por los grandes “peros”.

Como se prometió, la formación de gobierno en Alemania no se ha transformado, hasta el momento, en una feria de vanidades mediática. Especialmente si se recuerdan las últimas veces, cuando los medios de comunicación eran alimentados casi exclusivamente con ese tema. O cuando, con los balcones de las conferencias por escenario, se desarrollaba un teatro con elenco alternante. Esta vez hay disciplina. Y eso transmite solidez. Pero las circunstancias no son tan estables como parecen.

No todo lo que brilla es oro

La tasa de vacunación en Alemania no es tan alta como en los otros Estados de la Unión Europea, y el transcurso de la pandemia en este invierno boreal está por verse. Una y otra vez se hace hincapié en la autarquía a la hora de generar energía con fuentes renovables, pero los recursos necesarios todavía son completamente insuficientes. En lugar de eso, aumenta cada vez más la dependencia del gas ruso. La Unión Demócrata Cristiana (CDU), uno de los dos partidos alemanes tradicionales, junto con el Partido Socialdemócrata (SPD), está sumida en una de las mayores crisis de su historia. Eso hace tambalear las certezas de décadas en el diálogo en las bases de las comunas.

La alianza de socialdemócratas, liberales y verdes -el “semáforo”, por los colores de los partidos- se presenta como una “coalición del futuro”. Pero primero tiene varias tareas actuales por resolver. Sin mencionar la cuestión sobre cómo se financiarán sus planes. La política de rescate alemana durante la pandemia fue muy generosa, costó decenas de miles de millones de euros. Muchos colchones financieros se han reducido.

Una coalición tripartita, algo nuevo en Alemania

Mucho se habla ahora de un “nuevo diálogo” político. Pero, por más que suene bien, es ante todo un hecho. Por primera vez en la historia de la República Federal de Alemania, habrá una coalición tripartita de gobierno. Si bien los protagonistas pueden recurrir a ciertas experiencias de gobiernos a nivel regional, llegar a compromisos entre tres partidos no será cosa fácil, más aún teniendo en cuenta que en las negociaciones no hay un socio con enorme primacía. Después de todo, el FDP y Los Verdes juntos son tan fuertes como el SPD.

Detrás de los futuros actores políticos de primera fila están también los partidos, con diferentes líneas programáticas y distintos valores. Por ejemplo, en cuanto a política impositiva. A nivel interno, en los partidos actúan alas, fracciones y centros de poder que deben apoyar las decisiones. Son coprotagonistas que a veces pueden generar una dinámica propia. Como se ve en estos momentos en Berlín, donde, paralelamente, se votó un nuevo Senado. Allí, Franziska Giffey, del SPD, quiso formar una coalición con la derecha, la CDU, y los liberales, el FDP. Pero tuvo que ceder ante la presión de su propio partido, y apunta ahora a una nueva edición de la alianza de izquierda con Los Verdes y el partido La Izquierda.

En las negociaciones de coalición que ahora están comenzando, el foco también está puesto en quién obtendrá áreas importantes del gobierno. Sobre todo el Ministerio de Finanzas es un considerado clave. Aquí es donde se inicia la verdadera batalla por el poder futuro en el gobierno. Y aquí se verá si la solidez y la solidaridad que siempre se invocan pueden resistirla.

(cp/ers)El Partido Liberal Demócrata (FDP) abrió el camino a negociaciones para formar coalición de gobierno con socialdemócratas y verdes. Hasta ahora marcha todo bien, opina Kay-Alexander Scholz. Pero no va a ser nada fácil.El comienzo fue exitoso. Menos de un mes después de las elecciones generales en Alemania, los socialdemócratas (SPD), los liberales (FDP) y Los Verdes completaron con éxito la llamada “fase exploratoria”. Durante estas conversaciones, se sondea si existen suficienten puntos en común como para entrar en las negociaciones oficiales de coalición. Es decir, que sí los hay. La Navidad como meta para un nuevo gobierno parece factible. No solo Alemania podría ahorrarse un largo período de suspenso, sino también la Unión Europea y otros actores políticos internacionales. Todo muy bien, sino fuera por los grandes “peros”.

Como se prometió, la formación de gobierno en Alemania no se ha transformado, hasta el momento, en una feria de vanidades mediática. Especialmente si se recuerdan las últimas veces, cuando los medios de comunicación eran alimentados casi exclusivamente con ese tema. O cuando, con los balcones de las conferencias por escenario, se desarrollaba un teatro con elenco alternante. Esta vez hay disciplina. Y eso transmite solidez. Pero las circunstancias no son tan estables como parecen.

No todo lo que brilla es oro

La tasa de vacunación en Alemania no es tan alta como en los otros Estados de la Unión Europea, y el transcurso de la pandemia en este invierno boreal está por verse. Una y otra vez se hace hincapié en la autarquía a la hora de generar energía con fuentes renovables, pero los recursos necesarios todavía son completamente insuficientes. En lugar de eso, aumenta cada vez más la dependencia del gas ruso. La Unión Demócrata Cristiana (CDU), uno de los dos partidos alemanes tradicionales, junto con el Partido Socialdemócrata (SPD), está sumida en una de las mayores crisis de su historia. Eso hace tambalear las certezas de décadas en el diálogo en las bases de las comunas.

La alianza de socialdemócratas, liberales y verdes -el “semáforo”, por los colores de los partidos- se presenta como una “coalición del futuro”. Pero primero tiene varias tareas actuales por resolver. Sin mencionar la cuestión sobre cómo se financiarán sus planes. La política de rescate alemana durante la pandemia fue muy generosa, costó decenas de miles de millones de euros. Muchos colchones financieros se han reducido.

Una coalición tripartita, algo nuevo en Alemania

Mucho se habla ahora de un “nuevo diálogo” político. Pero, por más que suene bien, es ante todo un hecho. Por primera vez en la historia de la República Federal de Alemania, habrá una coalición tripartita de gobierno. Si bien los protagonistas pueden recurrir a ciertas experiencias de gobiernos a nivel regional, llegar a compromisos entre tres partidos no será cosa fácil, más aún teniendo en cuenta que en las negociaciones no hay un socio con enorme primacía. Después de todo, el FDP y Los Verdes juntos son tan fuertes como el SPD.

Detrás de los futuros actores políticos de primera fila están también los partidos, con diferentes líneas programáticas y distintos valores. Por ejemplo, en cuanto a política impositiva. A nivel interno, en los partidos actúan alas, fracciones y centros de poder que deben apoyar las decisiones. Son coprotagonistas que a veces pueden generar una dinámica propia. Como se ve en estos momentos en Berlín, donde, paralelamente, se votó un nuevo Senado. Allí, Franziska Giffey, del SPD, quiso formar una coalición con la derecha, la CDU, y los liberales, el FDP. Pero tuvo que ceder ante la presión de su propio partido, y apunta ahora a una nueva edición de la alianza de izquierda con Los Verdes y el partido La Izquierda.

En las negociaciones de coalición que ahora están comenzando, el foco también está puesto en quién obtendrá áreas importantes del gobierno. Sobre todo el Ministerio de Finanzas es un considerado clave. Aquí es donde se inicia la verdadera batalla por el poder futuro en el gobierno. Y aquí se verá si la solidez y la solidaridad que siempre se invocan pueden resistirla.

(cp/ers)ACTUALIDAD | DW

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