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El calentamiento global es una realidad que preocupa a los ciudadanos del mundo, y ocupa a los investigadores en busca de soluciones para frenar el cambio climático. Gracias a las innovaciones tecnológicas, existe la esperanza de detener el acelerado deterioro de nuestro planeta tierra.
Las noticias respecto al medio ambiente y su deterioro, no son nuevas, desde hace muchos años se habla de la urgencia y la seriedad con la que se debería actuar a nivel mundial para proteger y cuidar, el que ha sido el hogar de la humanidad desde hace más de 4,000 millones de años.
El interés de usar nuevas tecnologías para producir en masa o fabricar en serie, fue lo que llevó al ser humano de esa época a hacer uso de fuentes energéticas como el carbón, así como la máquina de vapor para lograr sus objetivos.
Evidentemente, aquel deseo de 1830 de mejorar y facilitar la vida no ha cambiado, al contrario, va en aumento, y con ello la contaminación. Los gases de efecto invernadero, entre ellos las emisiones de CO2, afectan nuestra capa de ozono, pues permiten que los rayos del sol penetren con más fuerza, y todo se acelera de manera desfavorable.
¿Cuáles son las evidencias del calentamiento global?
Existen pruebas que demuestran el daño en nuestro planeta, todas estas han ocurrido de manera veloz en los últimos años, como son:
● El aumento de la temperatura media de la tierra
● El aumento del nivel del mar y de su temperatura
● El aumento de la frecuencia y la intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos
● El cambio en los ecosistemas
● El peligro y la extinción de numerosas especies vegetales y animales
● Las sequías
● Los efectos sobre la agricultura y el espacio forestal
● Los impactos sobre la salud humana
¿Las tecnologías podrían combatir el cambio climático?
La BBC, en un trabajo de investigación sobre el calentamiento global, citó lo que el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) comentó a mediados del 2019. Esta organización mencionó que, para evitar que el aumento en la temperatura del planeta supere 1,5 grados centígrados respecto a la era preindustrial, sería necesario la reducción de las emisiones globales de dióxido de carbono en un 45% para 2030.
Desafortunadamente, es tan veloz el deterioro, que ya no hay más tiempo, se tiene que actuar ya. Las tecnologías de captura parecen ser una esperanza. Estas centrales eléctricas se encargarían de almacenar las emisiones de dióxido de carbono que resultan ser muy dañinas y perjudiciales para el ambiente, así como para el ser humano.
La tecnología de CAC (Captura y Almacenamiento de Carbón), en castellano, o en inglés CCS, podría ser aplicada en las grandes industrias que emiten CO2, como: las plantas industriales que utilizan combustibles fósiles, centrales de refinación del petróleo, al igual que fábricas de cemento, acero, vidrio, papel y cerámica.
5 tecnologías capaces de frenar el cambio climático
Existen algunas innovaciones que promueven esa ayuda que el planeta pide a gritos, cinco de ellas ya son una realidad.
● Los vehículos eléctricos: Este transporte trabaja con motores que utilizan la energía eléctrica, misma que acumulan en sus baterías recargables. Aunque aún no son muy populares, se siguen haciendo mejoras para hacerlos más funcionales y accesibles.
● Uso de iluminación LED: Una bombilla regular de 100 watts emite en 100 horas tres kilos de dióxido de carbono. Eso cuando aún tiene “vida”, pero una vez desechado, las pequeñas cantidades de mercurio y argón van directamente al ambiente, pues al ser de vidrio, se rompen con facilidad.
Estas sustancias son altamente tóxicas, por eso, es mejor cambiarlas por focos LED que son ecológicos y además de todo, ahorradores.
● Bioenergía con tecnología de captación de CO2: Se trata de un método que utiliza vegetación para captar el CO2 y que este sea convertido en biomasa, misma que puede ser utilizada como fuente de energía. Esta opción está en la categoría de energías renovables, así como la energía eólica, pues evitan que el dióxido de carbono contamine dándole un uso ecológico.
● Los paneles solares: Estos dispositivos captan la energía de la radiación solar convirtiéndola en calor o electricidad. Perfeccionar su capacidad de almacenaje podría significar una mejora en los vehículos eléctricos.
● Producción y uso de energía nuclear: Las centrales térmicas convencionales usan combustibles fósiles para la producción de electricidad, en cambio, una central nuclear, obtiene su energía de un proceso físico que favorece a la atmósfera, pues no hay gases de efecto invernadero de por medio como: óxidos de carbono, de azufre, de nitrógeno, etc.
Sin duda, esta es una opción para acabar con la contaminación, pero aún se tienen que buscar medidas de seguridad efectivas para evitar accidentes con la radioactividad.
¿Qué puedes hacer para combatir el cambio climático?
No solo es responsabilidad de los gobiernos y del sector científico buscar opciones para ayudar a nuestro planeta, nosotros, de manera individual, podemos generar pequeños cambios. Muchas de estas iniciativas no implican un gasto, solo compromiso.
Una opción con la que estarías reduciendo las emisiones de CO2, es no dejando conectado un aparato que no estás usando. Si no lo ocupas, no hay razón para dejarlo unido a la energía eléctrica.
¿Te gusta andar en bicicleta solo los domingos? Quizá, también podrías implementar este transporte en tu vida diaria y no solo como paseo, así usarías menos tu vehículo. Los expertos comentan que, en cada litro de combustible que quema el motor, se libera una media de 2.5 kilos de CO2.
Ahora, que, si es muy necesario usar tu automóvil por cuestión de distancia, revisa que tus llantas tengan la presión indicada. Cuando tienen menos aire, gastas más gasolina y mientras más combustible, más contaminación.
Cuando reciclas, le demuestras a la madre naturaleza lo mucho que la aprecias. Ya existen lugares de reciclaje que te pueden ayudar con tus desperdicios, y les darán el uso correcto.
Puede ser que ames los baños de agua caliente, pero, solo usa el calentador cuando sea necesario. En tan solo un año, un boiler puede emitir más de 100 kilos de dióxido de carbono. Además, cuando te bañes, cierra la llave mientras te enjabonas; esto también aplica cuando lavas tus dientes o tus manos.
Otra opción de ayuda es dejar de usar el gas propano y butano, pues son altamente contaminantes, en cambio, el gas natural, no emite partículas de CO2 en su combustión, y reduce las emisiones de monóxido de carbono en un 80%.
Si supiéramos la importancia que los árboles tienen en nuestro ecosistema, no los podaríamos. Ellos nos ayudan absorbiendo casi mil kilos de dióxido de carbono durante toda su vida. ¡Imagina si los bosques no fueran talados, millones de toneladas de CO2 no llegarían a nuestra atmósfera!
Así que, si tienes oportunidad, planta un árbol. Con pequeñas acciones, grandes cambios suceden.