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Los niños, nos guste o no, pasan por fases, como los adultos, en las que tienen preferencias sobre un alimento u otro. Sin embargo, a diferencia de los adultos, que sabemos que tenemos que comer ciertos alimentos aunque no nos gusten demasiado, los niños pueden ser tremendamente persistentes en sus negativas, e incluso insistir en comer únicamente un alimento.
¿Cuándo los niños se niegan a probar nuevos alimentos?
1- Lo primero
No preocuparse en exceso. La mayoría de los niños, sobre todo entre los 2 y los 3 años son perseverantes y, si quieren algo, no se rinden. Además, el ‘no’ es una de las palabras que pronuncian con más facilidad y entusiasmo. Por otra parte, aunque no sea su intención rechazar las comidas nuevas, prefieren mantenerse en su zona de confort, es decir, en la comodidad que supone lo ya conocido, y sobre todo, centrarse en su comida favorita.
2- En segundo lugar
Los niños no tienen que comer de todo a diario, sino que, de manera estricta, podría decirse que es suficiente con que cada dos o tres días varíen de alimento. Es decir, que en total, a lo largo de la semana, por ejemplo, ingieran alimentos de todos los diferentes grupos alimenticios. Esto se debe a que los depósitos de macro y micronutrientes son relativamente duraderos, de manera que su aporte diario no es rigurosamente necesario. Podemos agrupar los alimentos de manera muy básica en:
– Alimentos proteicos (lácteos, legumbres, huevos, pescados y carnes).
– Farináceos (cereales, legumbres y patatas).
– Alimentos grasos (carnes y pescados, lácteos, frutos secos y aceites).
– Frutas y verduras.
Como veras, es más fácil de lo que parece, porque muchos alimentos están en dos grupos y los grupos son muy amplios, por lo que hay mucho donde elegir.
3- Ten paciencia
Llegará un día en el que se harte de comer siempre lo mismo y se anime a probar algo nuevo. No obstante, y aunque nunca debe obligarse al niño a comer, es mejor no rendirse y no cejar en el empeño, ofreciendo siempre nuevos alimentos o aquellos que el niño rehúsa comer acompañando al plato que come sin problema, de manera que siempre tenga la opción de decidir. En ocasiones es simplemente el miedo a lo desconocido lo que les produce el rechazo, por lo que, si se acostumbran a verlo, dejara de ser un plato desconocido y terminarán por aceptarlo como habitual.
4- El ejemplo
Comiendo lo mismo que les estamos ofreciendo a probar, es siempre nuestra mejor baza. Además, mantener una actitud positiva frente a la comida siempre ayuda. Hay veces que solo les hace falta dejarse llevar por lo que ven a su alrededor, algo que conseguiremos sentados todos a la mesa comiendo lo mismo, de manera inclusiva.
5- Confía en tu hijo
Si está sano y tiene energía para su día a día, es muy probable que solo sea una fase que con tiempo y paciencia y sin estresarse demasiado, pasará.