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Finalmente decides tomarte unas vacaciones y aprovechar la oportunidad de broncearte en esos últimos días en la playa. Esperar al sol tanto sin ningún tipo de protección puede que la piel se dañe y se queme ocasionando que tengas piel de camarón, que terminará por caerse en los siguientes días, haciéndote lucir poco atractivo. Para evitarlo, te brindamos siete consejos que te ayudarán a lograr un bronceado perfecto.
1) Prepara tu piel días antes.
El bronceado se produce cuando las células se exponen al sol para producir melanina, por lo que es ideal prepararlo con unos días de antelación. Agregar melón, zanahorias y espinacas a su dieta ayudará a que su piel se broncee más debido al contenido de caroteno. Además, intente exfoliar la piel al menos dos días antes de sus vacaciones; esto eliminará las células muertas de la piel que pueden reducir la duración del bronceado.
2) Escoge el bloqueador y bronceador perfecto.
El protector solar es un producto, incluso en la ciudad o incluso frente a la computadora se debe usar, porque los rayos ultravioletas siempre afectan la piel. Para que su bronceado sea mejor y dure más tiempo, aplique una capa de protector solar para evitar quemaduras y daños en la piel. Es recomendable usar un protector con un 50 de FPS para mayor protección de la piel. Luego aplica una capa de bronceador para que tu piel cambie de color más rápido.
Aunque las personas más claras tienen más probabilidades de volverse rojas, las morenas tienden a volverse doradas ante la exposición al sol. Para el bronceado, recomendamos utilizar aceite de coco natural o de zanahoria para obtener los mejores resultados.
3) Mide el tiempo.
Broncearse no significa tener que pasar varias horas al sol, sino saber controlar el tiempo de exposición. El tiempo recomendado para tomar el sol es de 30 minutos a una hora, para que el cuerpo tenga la oportunidad de producir la cantidad adecuada de melanina. Otro punto importante es saber cuándo tomar el sol, porque, aunque quieras sentarte en la playa bajo el sol al mediodía, no es el mejor momento. Los médicos recomiendan evitar la exposición al sol entre las 10 am Y las 4 pm.
4) Date vueltas.
Además de calcular la cantidad de minutos al sol, también debes prestar atención a las partes expuestas para evitar un bronceado desigual. Cambia de lado cada 15 minutos para que todo tu cuerpo luzca bronceado. Para evitar rastros de trajes de baño, elije sin tirantes.
5) Dale descanso a tu piel.
Después de exponerse al sol por un período de tiempo, las células de la piel continuarán produciendo melanina incluso si ya no reciben los rayos. Por eso, una vez que hayas terminado tu tiempo de bronceado diario, lo mejor es buscar un lugar oscuro y aplicar más protector solar, que no solo ayudará a que la piel no se queme, sino que se rejuvenezca. Si no lo dejas reposar, lo único que hará es quemarse y se pondrá rojo al día siguiente.
6) Hidrátate.
No solo debes beber mucha agua al estar expuesto al sol, sino que también debes usar lociones o cremas para mantener tu piel hidratada y prevenir que se reseque.
7) Mantener el bronceado.
Este es probablemente el paso más difícil, porque una vez que tu piel ha alcanzado el tono deseado, debe mantenerse, lo que significa una exposición regular al sol. Si no quieres perderlo, pero no tienes tiempo de ir a la playa, puedes optar por camas de bronceado. Esta opción puede resultar un poco cara y afectará a la piel a largo plazo, por lo que si decides evitarlas puedes optar por una crema autobronceadora, que además de ser más económica, se puede utilizar de forma fácil y rápida.