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Los grandes proyectos de Lula y las discrepancias de Milei en la cumbre del G20 fueron temas abordados esta semana en la prensa alemana.El matutino Frankfurter Allgemeine Zeitung, de Fráncfort del Meno, escribe:
«El impuesto para los superricos encontró lugar en el documento final, la Alianza contra el Hambre y la Pobreza recibió un amplio respaldo. Ambas cosas constituyen un éxito personal del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, en la cumbre del G20 en Río de Janeiro. Ambos son sus proyectos más acariciados.
Sacó adelante el comunicado ya en la primera jornada, aprovechó el momento sorpresivamente, aunque no todos habían dado su aprobación a todos los puntos. Antes de que se pudiera discutir más, el documento estaba ya en la página oficial. Menos sorprendente fue, en cambio, que el grupo de los principales países industrializados y emergentes apoyara la iniciativa de Lula contra el hambre y la pobreza.
Durante su presidencia del G20, Brasil impulsó tenazmente el tema de un impuesto para los superricos. Se estima que aplicar un impuesto del 2 por ciento a esas fortunas reportaría unos 250.000 millones de dólares adicionales en recaudación tributaria. Resistencia a la mención del impuesto a los superricos hubo por último de parte de Argentina, representada en la cumbre por su presidente ultraliberal, Javier Milei. Este habría insistido en catalogar las prestaciones sociales para pobres como esclavitud moderna, pero finalmente se doblegó al deseo de consenso, en vista de que, en este punto, la declaración de la cumbre es suficientemente vaga”.
«Milei quiere combatir la pobreza con capitalismo”
Die Tageszeitung, de Berlín, comenta la cumbre del G20 en los siguientes términos:
«El gélido saludo entre el anfitrión del G20, Lula da Silva, y su homólogo argentino, Javier Milei, el lunes por la mañana, no presagiaba nada bueno. No se olvida que hace un año Milei insultó al presidente brasileño tildándolo de ‘corrupto’, ‘comunista’ e ‘izquierdista de ego inflamado’.
Tanto más sorprendió la noticia de que Argentina se sumó finalmente a la Alianza contra el Hambre y la Pobreza que Lula proclamó en la cumbre de Río de Janeiro y que ha sido respaldada por más de 80 países. Hasta el último momento, el presidente libertario se había negado a apoyar dicha Alianza, cuyo objetivo es acabar con el hambre hasta 2030.
Sin embargo, Milei puso su propio acento. ‘Argentina está decidida a combatir el hambre y la pobreza por medio de reformas de mercado’, afirmó en una declaración adicional. (…)
Claro fue Milei en lo que respecta al tema del impuesto a los superricos: ‘No cuenten con nosotros, si ha de vulnerarse el derecho a la propiedad mediante impuestos y normativas’, dijo en la mesa de la cumbre».
La brecha ideológica entre Milei y Lula
El diario económico Handelsblatt, de Düsseldorf, también alude a las discrepancias entre el presidente argentino y el brasileño, y apunta:
«Milei declaró que las intervenciones estatales son ineficientes y que el libre mercado es la mejor solución en la lucha contra el hambre y la pobreza: ‘Cada vez que se intentó combatir el hambre y la pobreza mediante una mayor presencia del Estado en la economía, el resultado fue una migración de población y capital y la muerte de millones de personas’.
La profundidad de la brecha ideológica entre Milei y Lula quedó de manifiesto cuando el brasileño defendió su proyecto. Lula, que de niño creció en condiciones muy pobres, dijo que fue un error no haber corregido los excesos de la privatización y la tendencia hacia un Estado mínimo. Criticó que el G20, durante su fundación en medio de la crisis financiera de 2008, decidiera rescatar al sector privado, en vez de fortalecer al Estado. Según Lula, la globalización neoliberal ha fracasado”.
(ms)