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El 1 de diciembre asumirán los 27 miembros del Ejecutivo con sede en Bruselas, gracias a un acuerdo alcanzado por tres de los grupos representados en el Parlamento Europeo.Casi seis meses después de las elecciones europeas que dieron un renovado impulso a la derecha, el equipo de altos funcionarios que liderará la Comisión Europea hasta 2029 está camino a asumir. Será el próximo 1 de diciembre de 2024.
El pasado miércoles 20 de noviembre, tras semanas de negociaciones, los tres principales grupos políticos de centro del Parlamento Europeo anunciaron un acuerdo para aprobar a los miembros de la CE, y se comprometieron a «trabajar juntos con un enfoque constructivo».
Una mirada general de las negociaciones y de la composición del Parlamento parece indicar que el centroderechista Partido Popular Europeo (PPE) es el que salió más fortalecido .
«Lo que tenemos que garantizar como Parlamento es que la nueva comisión pueda trabajar», dijo el jefe del PPE, Manfred Weber. Su grupo es el mayor de la legislatura, y alcanzó un acuerdo con la segunda fuerza, los centroizquierdistas Socialistas y Demócratas, junto al más pequeño y liberal Renew Europe.
Liderado por la presidenta Ursula von der Leyen, la política alemana del PPE cuyo mandato había sido aprobado ya en julio, el equipo de 26 funcionarios guiará la política climática, comercial y migratoria del bloque.
Polémica por Italia y España
Bajo la complicada división de poderes de la Unión Europea, cada Estado miembro puede nominar a un candidato para enviarlo a la burocracia de Bruselas, pero es Von der Leyen quien debe repartir las carteras. El Parlamento luego da su visto bueno.
En las últimas semanas, los legisladores entrevistaron a los 26 candidatos. Al final, los que afrontaron la mayor oposición fueron Teresa Ribera, una política española del grupo Socialistas y Demócratas, y Raffaele Fitto, un italiano del derechista Conservadores y Reformistas Europeos.
Como miembro de Hermanos de Italia, el partido con raíces neofascistas de la primera ministra Giorgia Meloni, la nominación de Fitto como vicepresidente ejecutivo fue considerada inaceptable por varios en la izquierda, y muy controversial en el grupo Socialistas y Demócratas.
Por su parte, Teresa Ribera, saliente ministra de Medio Ambiente de España, también enfrentó la resistencia del contingente español del PPE por la gestión de las recientes inundaciones en Valencia.
Al final, ambos candidatos recibieron la aprobación de los grupos centristas, lo que los deja en buena posición de cara a la votación en el Parlamento Europeo, la próxima semana.
Acusan a los socialistas de «romper promesas»
No está claro si Los Verdes, Patriotas por Europa y Conservadores y Reformistas Europeos aprobarán los nombres cuando sean sometidos a votación. «Los socialdemócratas están rompiendo una promesa fundamental de campaña: se están alineando con la ultraderecha para apoyar a candidatos de Hungría e Italia», dice el eurodiputado verde Daniel Freund a DW.
Si bien los verdes pueden acusar a los socialistas de alcanzar acuerdos con la ultraderecha, para Eric Maurice, del Centro de Políticas Europeas, este nuevo grupo de comisionados no es mucho más derechista que el anterior, al menos no en términos de equilibrio entre los integrantes de la Comisión Europea.
Sin embargo, sí habrá cambios en las políticas de la CE. «En asuntos de clima y agricultura, en todo lo relacionado con las políticas verdes», dice el analista. El año pasado, los partidos de derecha ganaron poder en distintas capitales europeas, «y no sorprende que esto se refleje en la composición de la comisión».
«Hay una reacción de la industria, de la opinión pública, que se ve reflejada en los malos resultados de los verdes en distintos países, y también en el cambio de posiciones de algunos partidos, principalmente los de centro, o incluso de algunos partidos liberales”, dice Maurice.
Desafíos en el horizonte
En los primeros cien días de su primer mandato de 2019, Von der Leyen reveló algunos de sus objetivos emblemáticos de política medioambiental. Esta vez debe presentar un nuevo concepto para la agricultura, nuevas ideas para la defensa y establecer con relativa rapidez un presupuesto a largo plazo para la UE, estima Maurice.
Pero, sea quien sea que termine controlando carteras clave en esta administración pública con 32.000 funcionarios, el regreso de Donald Trump como presidente de Estados Unidos seguramente dominará la agenda. Su promesa de poner fin rápidamente a la guerra en Ucrania puede obligar a Bruselas a tener que responder preguntas difíciles sobre su apoyo e Kiev, y la amenaza de Trump de imponer aranceles a la UE seguramente también mantendrá ocupado al bloque.
(dzc/ms)