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Con una acción ante la sede del Consejo Europeo, Greenpeace llamó la atención sobre la quema de bosques en el mundo.Un grupo de activistas de la organización ecologista Greenpeace desplegó este jueves (17.03.2022) en la fachada de la sede del Consejo de la Unión Europea (UE) una lona con un marcador en tiempo real de las hectáreas de bosques quemados en el mundo para protestar contra la deforestación.
La acción se produjo mientras en Bruselas, dentro de ese mismo edificio, se reunían los ministros de Medio Ambiente de los 27 Estados miembros de la Unión, para discutir, entre otras cosas, sobre la nueva ley europea de deforestación, presentada en 2021 por la Comisión y que ahora deben avalar los gobiernos nacionales.
En declaraciones a la agencia EFE, la jefa de campañas de Greenpeace, Sini Eräjää, reclamó a los ejecutivos de los Veintisiete que «no solo defiendan esta ley, sino que la refuercen aún más para garantizar la protección de todos los ecosistemas», como, por ejemplo, las sabanas o los humedales, y no exclusivamente a los bosques, que es lo que, en principio, solo prevé la nueva directiva comunitaria.
«Así que tenemos activistas que han escalado el edificio donde se reúnen los ministros de Medio Ambiente. Les están recordando lo rápido que estamos perdiendo bosques. Mientras los ministros hablan, cada dos segundos perdemos una superficie forestal del tamaño de un campo de fútbol en algún lugar del mundo», advirtió.
Y luego añadió: «Si siguen hablando una hora y media más, durante ese tiempo se perderá una superficie de bosque del mismo tamaño que media ciudad de Bruselas», aseveró.
Precisamente, en la acción de Greenpeace, una vez desplegaron todas las lonas en la fachada de la sede del Consejo de la UE, los mismos escaladores empezaron a cambiar manualmente la cifra de hectáreas de bosque quemadas cada dos segundos, a fin de lograr un marcador a tiempo real de la deforestación en el mundo.
En la pancarta, se leía la frase «mientras los ministros hablan» acompañando a la cifra actualizada de superficie forestal quemada, con una fotografía de un bosque incendiado de fondo.
«Aunque nosotros, como europeos, no estemos conduciendo las excavadoras (que devastan los bosques), sí que estamos financiando esta destrucción a través del consumo de productos que compramos a diario», advirtió Eräjää.
La activista de Greenpeace aseguró que hay muchos alimentos que están relacionados con la deforestación, desde las albóndigas de carne, dijo, hasta las galletas con aceite de palma, pasando por el café o también las bebidas hechas a base de soja.
«Y por eso no queremos que los consumidores tengan que tomar las decisiones correctas cuando vayan a hacer la compra. Queremos tener una ley que nos asegure que todo lo que compramos no está vinculado con la destrucción de los bosques o de la naturaleza», sentenció Eräjää. (EFE).
