Last Updated on noviembre 1, 2025 by Deutsche Welle
Vincent Kompany ha convertido al Bayern en una máquina imparable: goles, juventud y liderazgo. ¿Podrá el técnico belga mantener su paso perfecto ante su némesis más reciente?Todo marcha viento en popa para Vincent Kompany. En apenas un año y medio al frente del Bayern Múnich, el técnico belga se despojó más temprano que tarde de la etiqueta de entrenador novato y ya se habla de él como uno de los más prometedores de la historia reciente del club. Pero el presente también le advierte: el Bayer Leverkusen, con Grimaldo como emblema y Hjulmand al mando, se ha convertido en su bestia negra. Kompany busca dejar huella En ese abrir y cerrar de ojos, el también exfutbolista pasó de generar duda a establecer dominio, al grado de transformar al gigante bávaro en una máquina casi perfecta: doce victorias en doce partidos oficiales, el mejor arranque del club en la Bundesliga. Y es que, como suele decirse en este deporte, a Kompany le funcionaron los cambios desde que revolucionó su fórmula al ataque con hombres como Luis Díaz y Michael Olise. Pero el mérito parece ir más allá, pues aunque poco mencionado, no pasa desapercibido el fogueo juvenil procurado por el propio técnico. Si bien este espacio habló anteriormente de la posible dependencia del eje ofensivo Kane-Olise-Díaz, Kompany ya se jacta de dar horas de vuelo a futbolistas de no más de 18 años como son Wisdom Mike, Lennart Karl y Jonah Kusi-Asare, tres de los cuatro jugadores más jóvenes de la temporada 2025/2026. Este equipo no sólo gana: arrasa. En la estadística promedia 3,1 goles por encuentro, la mejor cifra en la historia del club entre entrenadores con al menos seis partidos en el torneo. Kompany, que fue defensor – incluso en el fútbol alemán con el Hamburgo – , lo tiene claro: “Jugué atrás toda mi vida, pero amo el juego ofensivo. Es el aspecto sobre el que más trabajo, sin ninguna duda”. Y es que en muchos aspectos de la estadística, Pep Guardiola es el entrenador que mejor ha dirigido al Bayern Múnich, lo cual invita a encender el debate en torno a la pregunta: ¿pesan más los fríos números o el estilo de conducción y liderazgo? Entonces cabría recordar a algunos de sus legendarios predecesores, como Udo Lattek, quien sentó la base del éxito en los años 70 y 80 e hizo grande al club. Después llegaría Ottmar Hitzfeld, fiel devoto de dicha mentalidad, y más recientemente “Jupp” Heynckes. Con la estadística a favor de Kompany, el belga ya le pisa los talones a Guardiola y prefiere, sin embargo, no dejarse deslumbrar por los números. El elogio, dice, es hacia sus jugadores. A medida que va rumbo a mezclarse con los grandes, no es casualidad que el club haya extendido su contrato hasta 2029: en Múnich sienten que con Kompany está germinando algo grande tras el arrebato de Oliver Kahn por sustituir a Julian Nagelsmann por Thomas Tuchel en marzo de 2023. La nueva bestia negra del Bayern Múnich Desde que el Bayer Leverkusen cobró protagonismo con Xabi Alonso, los bávaros encontraron una nueva piedra en el zapato al puro estilo de rivales como Dortmund o Mönchengladbach, este último especializado en brillar contra los de Múnich en las carpetas de lo insólito. El conjunto renano, hoy dirigido por Kasper Hjulmand, ha sido la verdadera “bestia negra” del Bayern en los últimos tiempos. Seis partidos seguidos sin derrotas ante los bávaros (sumando liga y copa) abonan a la revitalizada rivalidad. Si hay un equipo capaz de detener al tren muniqués, ése es el Leverkusen; quizás por herencia de Alonso en su brillante paso dirigiendo en la Bundesliga. En su corta estancia, Hjulmand y los químicos han recuperado cierta alegría y la eficacia. No sólo suman victorias en la Bundesliga, sino que han mostrado una versatilidad táctica admirable. Su estrella, Alejandro Grimaldo, llega en estado de gracia para enfrentar al líder, nuevamente en Múnich: tres asistencias, cuatro goles y un liderazgo silencioso que se refleja en cada jugada. Aunque no anotó contra el Freiburg el domingo pasado, su zurda sigue siendo el faro ofensivo del equipo. El español, además, tiene un historial especial frente al Bayern. “Fue el primer gol que hice en mi primer año aquí, contra ellos en el Allianz Arena”, recordaba recientemente. Y no sólo eso: Grimaldo nunca ha perdido un partido de Bundesliga ante los bávaros y fue protagonista en el contundente 3-0 de febrero de 2024. Un talismán para los de Leverkusen y un dolor de cabeza para Kompany. Kasper Hjulmand, mientras tanto, también está dejando su huella en Leverkusen. Con un plantel renovado, ha logrado devolver al equipo a la senda ganadora. Tal fue la desbandada de futbolistas que escoltó la salida de Alonso, que sólo uno de los titulares ante Freiburg jugó contra el Bayern la temporada pasada, muestra del recambio profundo que asume el técnico danés.
