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Por qué escribir contra el racismo en Alemania

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Lo que tiene que decir sobre el racismo la nueva generación de activistas y escritores negros alemanes, a quienes lo sucedido en Hanau, Chemnitz, o con George Floyd, les impactó, pero no les sorprendió.A sus 42 años, la afroalemana Tupoka Ogette es una autora de superventas y, probablemente, la formadora más conocida de Alemania en materia de crítica al racismo. Su obra debut, “Salir del RACISMO. Aprender a pensar críticamente sobre el racismo” (exit RACISM. rassismuskritisch denken lernen), fue un éxito de ventas en 2017.

Sin embargo, en el verano de 2020, tras el asesinato de George Floyd y la ola de protestas que este desató en todo el mundo, Ogette necesitó airear su enojo en Instagram:

“Recibo cientos de consultas de la prensa en estos días. Como todos mis colegas. La mayoría de ellos comienzan con ‘¿Hay racismo en Alemania, y cuáles son sus experiencias de racismo?’ No. ESTOY. HARTA. En Alemania, estamos atrapados en el mismo miserable bucle sin fin, una y otra vez. Me llamaron con exactamente estas mismas preguntas tras Hanau, tras Chemnitz. Cada maldita vez surgen las mismas preguntas. Adivina qué: es racista preguntar si todavía hay racismo en Alemania”.

Y Ogette no es la única que sufre esa frustración. En los últimos años, han crecido considerablemente tanto las publicaciones que abordan el racismo en Alemania como el interés en ellas. Estos volúmenes, que se ubican, cada vez más, en las listas de los más vendidos, coinciden en una primera lección importante: el racismo en Alemania no comienza con los neonazis, y no termina con ellos.

Recuento amoroso y paciente, enojado y horrorizado

La artista y activista bávara Noah Sow publicó, en 2008, “Alemania en blanco y negro” (Deutschland Schwarz Weiß), un libro crítico sobre el racismo cotidiano, que se convirtió en la obra estándar para enseñar y discutir sobre racismo estructural en Alemania. La publicación, que se actualizó en su décimo aniversario, en 2018, no solo explora el tema en profundidad sino también con mucho humor; pero sin negar ni trivializar el núcleo violento del racismo.

“El racismo no se trata de discriminación, por ejemplo, debido a la incomprensión o una cultura ‘extranjera’. Negro no significa migrante o viceversa. El hecho de que los alemanes negros también se vean afectados por esta discriminación deja claro que no se trata tampoco de ‘ser extranjero'”, escribe Sow.

Entre las autoras y autores de los últimos años se cuentan asimismo innumerables periodistas, como Anne Chebu, de Núremberg. En 2014, Chebu publicó sus “Instrucciones para ser negro” (Anleitung zum Schwarzsein); un libro que ofrece un buen repaso de la historia afro-alemana, además de consejos prácticos para lidiar con prácticas racistas habituales (como el blackfacing o maquillaje teatral para representar a personas negras en carnaval, por ejemplo).

En 2020, la periodista colonesa Alice Hasters consiguió un éxito de ventas con “Lo que las personas blancas no quieren oír pero deberían saber sobre el racismo” (Was weisse Menschen nicht über Rassismus hören wollen aber wissen sollten). En un recuento muy personal y responsable, que no oculta la ira y la frustración, Hasters nombra las fuentes del racismo en la vida cotidiana: en el lenguaje, en la escuela, en la mirada al cuerpo, en la familia y, sí, también en el amor.

En una carta a su novio blanco imaginario, Hasters escribe: “A veces me contagiarás tu ligereza. A veces, como tú, olvidaré que eres blanco y yo negra. Traspolaré a mí tu despreocupación y tomaré tu blancura como escudo. Contigo a mi lado, me tomarán más en serio, contigo puedo incluso imaginarme viajar a Rusia, o a la Suiza sajona”.

Pionera de la conciencia afroalemana: May Ayim

El racismo, se podría decir cínicamente, tiene una larga tradición a nivel mundial. Pero, afortunadamente, la crítica al racismo también. En la Alemania de la posguerra, esto se agradece, en gran medida, a la autora y poeta May Ayim. Nacida en 1960 en Hamburgo, Ayim se crió en Münster y, tras completar sus estudios, encontró en Berlín un nuevo hogar.

Junto con otros activistas como la historiadora y poeta Katherina Oguntoye, nacida en Leipzig, Ayim fundó, en la capital germana, la “Iniciativa de las Personas Negras en Alemania” (ISD), que sigue hasta hoy representando los intereses de las minorías negras en todo el país.

Fue justamente el libro “Reconociendo nuestros colores. Mujeres afroalemanas tras las huellas de su historia” (Farbe bekennen. Afro-deutsche Frauen auf den Spuren ihrer Geschichte), publicado por Ayim y Oguntoye junto a la feminista Dagmar Schultz, el que introdujo, en 1986, el término “afroalemán”, posteriormente asumido por la comunidad negra en Alemania.

La formación de la identidad y la conciencia histórica, así como el intercambio de experiencias, están así, desde la década de 1980, en el centro de varias plataformas y formatos, en los que los afroalemanes se han conectado en Alemania.

Activismo físico y digital, para una mayor conciencia antirracista

No solo las publicaciones en papel, sino también el activismo en redes sociales, son hoy componentes centrales en la lucha por una mayor conciencia de las estructuras y mecanismos racistas. Aminata Belli es, en este escenario, otro nombre clave en Alemania: la moderadora y reportera de Schleswig-Holstein, influencer y rostro de una conocida marca de cosméticos, representa también, con su trabajo, a la comunidad negra en Alemania.

Un gran número de podcasts como “Fuego & Pan” (Feuer & Brot), de Alice Hasters y Maximiliane Häcke; “Mitad patata” (halbe Katoffl), con el periodista berlinés Frank Joung; o “Tupodcast”, de Tupoka Ogette, abordan actualmente el racismo en Alemania. A veces como tema central, a veces de manera incidental. Pero siempre desde perspectivas que suelen descuidarse en muchos medios alemanes; aunque estos son problemas que afectan a una proporción significativa de la población alemana, de la que más del 25 por ciento tiene una biografía que refleja antecedentes migratorios.

Literatura y política

Gran atención atrae también el trabajo de la escritora británico-alemana Sharon Dodua Otoo, reconocida con el premio Ingeborg Bachmann, uno de los más importantes del ambiente literario alemán. Sus obras están cargadas de humor e ingenio, y de una especial sensibilidad para detectar el más camuflado racismo. Su primera novela, “La habitación de Ada” (Adas Raum), se publicó en 2021 y cuenta las historias de diferentes mujeres a lo largo de siglos, continentes y convenciones narrativas.

Si no fuera por el regusto amargo que deja la certeza de que 2021 parece una fecha bastante tardía para esto, podría pensarse que 2021 es el año de las mujeres negras en Alemania: Awet Tesfaiesus se convirtió en la primera mujer negra en el Bundestag, la Cámara Baja del Parlamento alemán.

Otra voz importante ha sido la de la política Aminata Touré. A sus 29 años, es la primera vicepresidenta afroalemana y la más joven de un parlamento regional, el del estado federado de Schleswig-Holstein. Touré presentó, también en 2021, un libro sobre la historia de su familia (llegada al país hace tres décadas, en busca de refugio).

El largo camino contra el racismo

El nuevo libro de Tupoka Ogette, “Y ahora tú. Vivir críticamente contra el racismo” (Und jetzt du. Rassismuskritisch leben), fue publicado por Penguin Verlag en marzo de 2022. En él, Ogette repasa algunos años de formación y enseñanza antirracistas. Observa ganancias, pero también muchas lagunas. Ogette quiere responder a la pregunta sobre qué hacer.

Su principal conclusión es que el racismo es un problema de todos, no solo de quienes lo padecen. Y que su desmontaje debe darse a nivel estructural e institucional, pero también individual. En el libro, Ogette da muchas ideas sobre lo que cada individuo y las instituciones pueden hacer. La fundamental: que es tarea de las personas blancas tomar la decisión de examinar, reconocer y cambiar sus concepciones y prácticas racistas.

(rml/cp)

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