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6 Técnicas de Productividad para tu Negocio

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Mejorar la operación de tu negocio para que su funcionamiento sea más efectivo y productivo, no está fuera del alcance a corto plazo. No obstante, sí que requiere de una guía y, sobre todo, mucha disciplina. Si quieres conocer algunas cosas qué puedes hacer para que tu negocio funcione mejor, continúa leyendo nuestro post.

 

6 técnicas que mejorarán la operación de tu negocio

Independientemente de qué tipo de negocio tengas, existen algunas técnicas generales que mejorarán el funcionamiento del mismo. En otras palabras, pueden aplicarse sin problemas a prácticamente cualquier tipo de empresa y ser igual de efectivas. ¿Qué te parece si les echamos un vistazo?

 

1. Utiliza catálogos virtuales

 

Comenzamos por esto, porque consideramos que es crucial en los tiempos que corren. Da igual qué vendas, es importante que tu negocio tenga un catálogo virtual al cual los potenciales clientes puedan acceder remotamente. Simplemente necesitarían un celular o una computadora con conexión a Internet. Veneportal.com es un claro ejemplo de esto.

De hecho, podrías vender tus productos por medio de ese catálogo. Recordemos que mientras menos salgamos de casa, mejor, así que también conviene que cuentes con un sistema de delivery para hacer entrega de tus productos. Claro, según tu campo, es posible que no puedas aplicar esto último, pero mientras sí puedas hacerlo, aprovéchalo.

 

2. Ahorro de papel en la oficina

 

Te sorprendería la cantidad de papel que se desperdicia dentro de la oficina. A pesar de que cada vez la tecnología toma más lugar, seguimos anotando cosas en papel, y utilizándolo para un sinfín de cosas. Sin embargo, hay aplicaciones como PrintEco que escanean la información que se necesita imprimir, y la ordena de forma que se utilice menos papel.

Pero no necesitas una aplicación para ahorrar. Por ejemplo, en vez de llevar el registro de compras en físico, hazlo en digital. Lo mismo sucede con el inventario, que puede llevarse perfectamente en un programa de computadora o app de móvil. Esto, además de reducir la huella de carbono, te ahorrará una buena cantidad de dinero.

 

3. Define objetivos alcanzables

 

Al comienzo de cada periodo de trabajo, deberías definir ciertos objetivos que quieras alcanzar. Pero si dichos objetivos están desbalanceados o son inalcanzables, el personal no rendirá como debe. Como consecuencia, la productividad decaerá.

Por lo tanto, lo más importante es fijarse unos objetivos realistas, pero que representen un reto. Alcanzarlos, luego de dedicarles el trabajo necesario, hará que tú y tu personal se sientan satisfechos y quieran seguir en el negocio.

 

4. Acepta otros medios de pago

 

Aceptar solo efectivo o tarjeta de débito es un error muy grande. En algunos países, prácticamente ya no existe el efectivo, puesto que todos los pagos pueden hacerse a través del celular.

Muy bien, puede que, por la infraestructura de tu negocio, o por el país en el que vives, no puedas aceptar pagos así. Empero, sí que puedes aceptar transferencias interbancarias. Sea como sea, deberías estar abierto a cualquier medio de pago, ya que esto es sinónimo de más clientes.

 

5. Escucha a tus clientes

 

Vale que los clientes no estén dentro del negocio y algunas de sus recomendaciones puedan ser… absurdas. Pero no te cierres completamente a la idea de escucharlos. Muchos clientes podrían tener ideas acertadas para que tu negocio mejore. Recordemos que ellos son la mitad de la empresa y ven con claridad la parte del consumidor.

Es por eso que resulta muy eficiente tener un canal de comunicación y retroalimentación con tus clientes. Muchas empresas utilizan Instagram o Facebook como plataformas para comunicarse con sus usuarios fieles.  Y ¿quién sabe? Quizás algún cliente te dé la idea millonaria que hará que tu empresa suba hasta las nubes.

 

6. Soluciona los problemas por separado

 

Al llevar un negocio, es normal que haya concusión en torno a los problemas. Esto provoca que pensemos que el problema es una sola cosa y, por mucho que intentemos, no logremos solucionarlos.

Verifica la raíz del problema y lo más probable es que descubras que se trata de varios problemas más pequeños. Llegado este punto, plantea estrategias individuales para cada uno. Dichas estrategias deben ser fácilmente aplicables.

Al poco tiempo, verás que el problema general comienza a desaparecer. Digámoslo de otro modo: en vez de atacar la problemática de lleno, ve solucionando sus causas poco a poco.

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